Cabeza a cabeza en las elecciones en Israel

Benjamin Netanyahu se perfila –aunque aún no había finalizado el escrutinio– como el próximo primer ministro de Israel, por quinta vez consecutiva.

Esto, según el escrutinio del más del 93 por ciento de los votos confirmados por la Comisión Electoral Central.

El portal del diario ‘Haaretz’ lo traduce en escaños en el parlamento, interpretando que ello equivale a 36 puestos para el Likud de Netanyahu y 35 para el partido Kajol Lavan de su adversario Beni Gantz, de un total de 120 escaños en el legislativo (Knéset).

De confirmarse el resultado, para el Likud es un resultado casi sin precedentes, que hace muchos años no conseguía.

Para Gantz, aunque no parecía que pudiera ser el ganador, haber logrado eso solo dos meses después de entrar a la política es casi una hazaña.

Al cerrarse los colegios electorales y publicarse en los tres canales de televisión los resultados de boca de urna Gantz, que desafió el liderazgo de Netanyahu, celebró como si ya se le hubiera encomendado la tarea de formar la coalición de gobierno. “Seré el Primer Ministro de todos y uniré a Israel, que es lo primero”, dijo dramáticamente. Pero todo parecía prematuro, tomando en cuenta que no había aún resultados oficiales.

Y poco después ello pareció confirmarse, al ajustarse no solo los resultados de boca de urna de la televisión, sino al publicarse el comienzo del escrutinio real.

Netanyahu llegó a la sede del Likud y pronunció un discurso de victoria, el cual podría también haber sido un tanto prematuro, tomando en cuenta que con el escrutinio real, la situación aún podía cambiar algo.

Beni Gantz

Beni Gantz, el ex comandante del ejército israelí y quien apenas comenzó su carrera política hace pocos meses y quien se autoproclamó vencedor en las legislativas de este martes.

Aún así, es de destacar uno de sus mensajes centrales: “Mi nuevo gobierno será de derecha, con nuestros socios naturales, pero yo seré el primer Ministro de todos. De los que me votaron y de los que no. De los judíos y no judíos, porque este es el país de todos”. Un tono distinto de su discurso divisivo en la campaña.

Cabe señalar que Gantz aglutinó y obtuvo la confianza de miles de israelíes. 

Mientras tanto, el partido laborista, Avodá, al que en gran medida se puede ver como el fundador y creador de Israel, obtuvo el resultado más bajo en la historia, entre 6 y 8 escaños.

Dejando de lado la opción Gantz-Likud, la única posibilidad de Beni Gantz de formar coalición es conseguir que uno de los partidos cercanos a Netanyahu acepte apoyarlo. La opción más probable sería Kulanu, del ministro de Finanzas Moshe Kahlon.

Otro elemento a destacar es que durante la jornada electoral, parecía que la ciudadanía árabe quedaría sin representación por la baja tasa de votación.

JANA BERIS
Para EL TIEMPO
Jerusalén

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