Tras el fracaso con Trump, Kim reaviva ‘vínculos históricos’ con Rusia
En pleno bloqueo diplomático con Washington, el líder norcoreano Kim Jong-un buscó este jueves el apoyo del presidente ruso, Vladimir Putin, quien concluyó la primera cumbre entre ambos con un llamado a renunciar a «la ley del más fuerte»
para resolver la crisis nuclear.
Dos meses después del rotundo fracaso de su segundo encuentro con el presidente estadounidense, Donald Trump, el líder norcoreano afirmó que esta vez pasó un «muy buen momento» con Putin en Vladivostok, asegurando querer reavivar los «vínculos históricos» entre Rusia y Corea del Norte.
Recibido por Putin con una poco habitual puntualidad y un largo apretón de manos,
Kim pasó cinco horas en territorio ruso: dos horas de reunión ‘cara a cara’ seguidas de encuentros con delegaciones, y luego una cena con los platos típicos rusos, el dueño del Kremlin recibió una espada de regalo por parte del norcoreano.
En la reunión con Donald Trump en Hanói, Corea del Norte intentó conseguir una reducción de las sanciones internacionales aplicadas para obligarla a renunciar a sus armas atómicas. Sin embargo, las discusiones terminaron antes de lo previsto debido a los profundos desacuerdos con Washington, sobre todo por las concesiones que Pyongyang estaba dispuesta a hacer.
La tensión entre los países aumentó la semana pasada, cuando régimen norcoreano lanzó un ataque poco habitual contra Mike Pompeo, el secretario de Estado estadounidense, pidiendo que no participe más en las negociaciones nucleares.
El propio Kim nos pidió informarle presidente de EE. UU. nuestra posición
En un tono muy distinto, tras el encuentro en la isla de Russki (en el extremo oriental ruso que limita con Corea), Putin afirmó -igual que Estados Unidos- que era favorable una «desnuclearización total» y juzgó «posible» una solución, bajo la condición de ofrecerle a Kim «garantías sobre su seguridad y la preservación de su soberanía».
«Necesitamos restaurar el poder del derecho internacional, volver al estado en el que el derecho internacional, y no la ley del más fuerte, determina la situación en el mundo», señaló.
Asimismo, Putin dijo que discutiría con Washington sobre lo hablado con Kim. «Aquí no hay secretos, no hay conspiraciones. El propio presidente Kim nos pidió informar al lado estadounidense sobre nuestra posición», precisó.
El presidente ruso concluyó que apoyará un diálogo con Pyongyang para crear una hoja de ruta de negociación definida por China y Rusia, entre otras, para levantar las sanciones internacionales. Mientras, Estados Unidos acusa a Putin de ayudar a Corea del Norte a sortear dichas sanciones.
Aunque Rusia ya había invitado en repetidas ocasiones a Kim, hasta ahora el país se mantuvo al margen de la tensión observada en la península de Corea desde principios de 2018, pero dos meses después del fiasco con Trump en Hanói, el líder norcoreano busca apoyos en el pulso con Washington y un refuerzo de sus relaciones con China, su principal aliado, y Rusia, viejo aliado durante la Guerra Fría.
De hecho, la ex Unión Soviética (URSS) fue la encargada de posicionar en el poder a su abuelo y fundador de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), Kim Il Sung.
Aunque la URSS brindó un apoyo crucial a Corea durante la Guerra Fría, las relaciones entre ambos avanzaron de manera irregular, en particular porque el fundador de la RDPC jugó estratégicamente con la rivalidad chino-soviética para conseguir concesiones de ambos vecinos.
Solo hasta que Vladimir Putin asumió por primera vez la presidente de Rusia en 2012,
las relaciones parecían volver a la normalidad luego de tres encuentros con
Kim Jong Il, padre y antecesor del actual líder.
Ahora, parece que las relaciones entre los dos países marchar sobre ruedas. «Estoy contento con el resultado: Kim Jong Un es alguien bastante abierto, dispuesto a hablar de todo», afirmó Putin al finalizar esta primera reunión que figura como antesala a futuros encuentros entre los dos mandatarios.
Redacción internacional
*Con información de EFE y AFP