Lo que viene para el ‘brexit’ y el Reino Unido tras la salida de May
Esta semana que termina será recordada en la historia del Reino Unido como una de las más turbulentas desde la Segunda Guerra Mundial, no solo por la renuncia de su primera ministra, Theresa May, sino por la erosión política que parece socavar los cimientos de uno de los sistemas de gobierno parlamentario más tradicionales del mundo.
La crisis política que atraviesan las islas británicas se da por cuenta del fracaso de la gobernante en cumplir con el ‘brexit’, como se conoce el mandato popular de salir de la Unión Europea, de la cual forman parte desde 1973.
La misma May admitió, ante las cámaras y con voz entrecortada, la imposibilidad para convencer tanto a su propio Partido Conservador como a la oposición de respaldar el acuerdo suscrito en noviembre pasado con las autoridades europeas. Con eso, la primera ministra anunció que devolverá el próximo 7 de junio las llaves del 10 de Downing Street, sede oficial del gobierno.
May fijó esa fecha de salida del poder para poder atender el lunes 3 de junio al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien llega en su primera visita de Estado.
Ya están en la palestra las candidaturas de al menos ocho de sus copartidarios tories (como se les conoce a los conservadores). Los analistas adelantan que Boris Johnson, exalcalde de Londres y exsecretario de Relaciones Exteriores, un carismático pero excéntrico político que promueve una salida dura y sin acuerdo del ‘brexit’, tiene grandes posibilidades.
La premier británica viene de sufrir tres aplastantes derrotas en la Cámara de los Comunes, integrada por 650 parlamentarios, con lo que se enterró el acuerdo de salida de la UE, que inicialmente tenía como fecha límite el 29 de marzo.
May fue obligada a poner nueva fecha de salida para el próximo el 31 de octubre y aceptar ir a elecciones del Parlamento Europeo, que culminan este fin de semana.
El último mes se le había ido a la gobernante en fallidas conversaciones con el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, mientras que una decena de colaboradores, entre ministros y altos funcionarios, le iban renunciando con cuentagotas.
Según analistas consultados por EL TIEMPO, la primera ministra no pudo enmendar las fracturas en su partido y nunca logró zanjar las diferencias con los promotores del brexit ni quienes pujan por que el Reino Unido siga perteneciendo a la UE, que desde sus esquinas ven como desventajoso para el país la propuesta de May.
“Es difícil no sentir pena por su salida”, dijo Fraser Nelson, editor de la influyente revista política de corte conservador The Spectator, al asegurar que May hizo muy mal trabajo, al dejar su partido al punto de la extinción. Y eso es una calamidad para un líder.
El politólogo, economista e historiador de la London School of Economics, Isaac Bigio, dice que el Partido Conservador “está en abierta guerra civil: algunos coquetean con el (recién creado) Partido del Brexit del ultraconservador Nigel Farage, mientras que otros como el exviceprimer ministro Michael Heseltine piden públicamente un voto a los liberales proeuropeos”.
Bigio cree que el mayor detonante de la renuncia de May “puede que haya sido los resultados de las elecciones europeas” de esta semana, cuya tendencia indica que podría ser la peor derrota que hayan tenido los tories en tres siglos de historia. Se prevé que los conservadores habrían quedado con muy pocos o ninguno de los 73 eurodiputados por el Reino Unido.Por su lado, el analista político y consultor educativo Stephen Bellas cree que la decadencia de May “hasta cierto punto es autoinfligida”.
La gloria imperial
Recordó que la primera ministra convocó elecciones generales en el 2017 “con el objetivo de fortalecer su mandato de cara al brexit, y zozobró. Luego se sometió a los pedidos de los ‘brexiteros’ ortodoxos de su partido y marginó a los proeuropeos con sus líneas rojas, el no a la unión aduanera y el no a un segundo referendo, lo que la UE nunca iba a consentir”.
De otro lado, el profesor colombiano de la Universidad College de Londres (UCL), Andrei Gómez-Suárez, advierte sobre el clima de incertidumbre política que se viene enmarcado en dos extremos: “Los promotores del brexit como Boris Johnson son parte del European Research Group y han promovido la ficción de que el Reino Unido recuperará el poderío imperial si se libra del lastre de la Unión Europea”.
Según Gómez-Suárez, del otro lado están los tecnócratas como Dominic Raab, que desde una posición más moderada tratarán de renegociar con la Unión Europea, siguiendo la línea de May.
Los expertos coinciden en que nadie que reemplace a la líder conservadora tendrá mayoría para adelantar el brexit. Algunos asoman como única opción que se llame a elecciones generales, a las que les temen los conservadores por considerar que sería poner el control del gobierno en bandeja de plata a la oposición. Y lo peor: a estas alturas, nadie sabe si habrá brexit o en qué condiciones será.
MARÍA VICTORIA CRISTANCHO
Para EL TIEMPO
LONDRES
En Twitter: @mavicristancho