Qué viene para Puerto Rico tras la renuncia de polémico gobernador
El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, anunció la noche del miércoles la renuncia a su cargo, en medio de una crisis política y multitudinarias protestas convocadas por celebridades boricuas como Ricky Martin, René ‘Residente’ Pérez y ‘Bad Bunny’, tras la filtración de un chat con comentarios homófobos y machistas.
Rosselló aseguró por medio de un video que saldrá de su puesto de manera efectiva «el viernes 2 de agosto a las 5 de la tarde», lo que abriría el camino a Wanda Vásquez, actual secretaria de Justicia, para asumir el ejecutivo. Sin embargo, incluso ella tampoco la tendrá fácil, dicen expertos.
El proceso contra el polémico gobernador de Puerto Rico todavía no termina. Según un informe de la Cámara de Representantes, Rosselló habría cometido cinco delitos relacionados con un chat con sus funcionarios en el que insultaban y denigraban a varias figuras públicas.
En las conversaciones que tuvieron lugar entre diciembre del año pasado y enero de este año, Rosselló intercambió mensajes homófobos y misóginos con sus colaboradores al hablar de otros políticos, de celebridades y de periodistas.
Por esta acción, el martes el Departamento de Justicia confirmó «una orden de allanamiento para los 12 miembros del chat», aunque no dio más detalles sobre el caso porque la investigación está en curso.
¿Qué pasará con Rosselló hasta el 2 de agosto?
Carlos Vargas-Ramos, director de política pública del Centro de Estudios Puertorriqueños, le dijo a EL TIEMPO que el saliente gobernador «seguirá ejerciendo las funciones ejecutivas tal como venía desarrollando» y muy probablemente en este momento «planifica la transición con Wanda Vásquez, quien es la única que sigue en esa línea de sucesión» según la Constitución.
La secretaria de Justicia es la próxima en asumir el cargo debido a que Rosselló no logró nombrar a un secretario de Estado a tiempo. No obstante, de acuerdo con Alex Betancourt Serrano, docente investigador de la Universidad de Puerto Rico, «Vásquez enfrentaría también marcados problemas en su gobierno».
A Vásquez el Senado «la odia porque ella enfrentó hace varios meses un panel de fiscales independientes donde la acusaron de violar importantes leyes, como las de ética gubernamental por intervenir en una investigación en la que tuvo conflictos de interés», asegura Betancourt.
¿Qué le espera judicialmente a Rosselló?
La orden de registro emitida por el Departamento de Justicia «seguirá su curso para determinar en qué medida violentó Rosselló la ley», pero al ser ese una dependencia del partido de gobierno, «habría mucha discreción en el caso», subraya Vargas-Ramos.
¿Cómo se observa el panorama político para el próximo gobierno?
Para Vargas-Ramos, en Puerto Rico «lo que impera es la fragilidad institucional, y eso se espera para un gobierno de Vásquez».
Rosselló, según el experto, más que perder la desconfianza en el gobierno, perdió «la las bases institucionales de su propio partido político, del liderato político de su partido y de los alcaldes».
Vásquez sería nombrada solo conforme a la ley, «pero ella no cuenta con el capital político para tener un gobierno estable. De hecho, tiene opositores en dentro de su mismo partido«, concluye Vargas-Ramos.
Según Betancourt, la organización político-partidista en Puerto Rico es similar a la de EE. UU. Se trata de «un sistema bipartidista, con un tercer partido minoritario y otros movimientos que han surgido, pero sin mucha fuerza».
Sin embargo, anota el experto, «desde las elecciones pasadas (en 2016) los dos partidos hegemónicos, el Partido Popular Democrático y el Partido Nuevo Progresista (PNP), atraviesan una crisis profunda».
La del PNP se debe a todo el escándalo del gobernador, los arrestos de jefes de agencias y todo lo que ha sido causa para las protestas. A Rosselló no solo se le acusó por los controvertidos chats, sino también por malversación de fondos públicos y del dinero recibido de EE. UU. (unos 15 mil millones de dólares) para la reconstrucción de la isla tras el huracán María en 2017.
Mientras tanto, «el PPD está en una crisis desde hace dos años, porque el ideal político sobre el cual se cimentó este partido (independentismo) fue descartado por el gobierno federal. Una ley de la Corte Suprema de Justicia de EE. UU. señala que Puerto Rico es un Estado libre asociado». Por eso, plantea Betancourt, «para las próximas elecciones en Puerto Rico va a haber un vacío político».
¿Es común en Puerto Rico que los artistas se involucren en las protestas?
De acuerdo con Betancourt históricamente el involucramiento de artistas y la invitación a masivas protestas no es algo muy común.
«Ha sucedido en algunas ocasiones, pero no como ocurrió para esta ocasión, que fueron multitudinarias e inclusive internacional con respecto a la clase artística», afirma el investigador.
De hecho, «la manifestación más grande en la historia de Puerto Rico, previa a la actual, ocurrió cuando los habitantes de Vieques, también con apoyo de artistas, buscaron la salida de la Marina de EE. UU. entre 1999 y 2003», agrega.
Esta sería la última manifestación comparable a las que tienen lugar ahora. Sin embargo, «análisis fotográficos que comparan ambos eventos dejan ver que en definitiva la del lunes superó a la de Vieques», subraya Betancourt.
Además, hay que resaltar que en Puerto Rico «existe mucha desconfianza hacia la clase política tradicional y por ende los artistas han venido a llenar un vacío».
Debido a que «hubo insultos específicos contra artistas como Ricky Martin, la solidaridad de los cantantes con la población se incrementó», asegura José Colón Morera, investigador de la Universidad de Puerto Rico.
¿Quién es Ricky Martin en el contexto político de Puerto Rico?
Debido a que Puerto Rico produce una alta cantidad de artistas en relación con su extensión territorial y tamaño de su población, artistas como Ricky Martin, Bad Bunny y Residente son objeto de admiración social. En ese sentido, «el hecho de que ellos y otros más decidieron participar de las protestas, contribuyó a que más personas se unieran», señala Betancourt.
Según Colón Morera, Ricky Martin en particular ha jugado un liderazgo esencial en este proceso, porque «ha sabido transmitir la vergüenza colectiva de tener un gobernador y asesores de gobierno que se burlan abiertamente de las mujeres, los pobres y la comunidad LGTBI».
El chat no fue el motivo de las protestas, si no que fue la gota que colmó la copa
Fabiola Zambrana, una ciudadana puertorriqueña, residente en Ponce, al sur de la isla, viaja por casi una hora hasta San Juan para participar de las manifestaciones.
Para ella las jornadas de protestas han sido “históricas, porque es un movimiento del pueblo, que no viene promovido por algún partido o movimiento político».
Anota que “lo que está pasando en Puerto Rico es algo nunca antes visto. Ricky Martin ha estado en las calles con nosotros, pues él en sí es uno de los que fueron afectados directamente por el chat”.
Aunque, Fabiola reconoce que «el chat no fue el motivo de las protestas, si no que fue la gota que colmó la copa».
Las conversaciones filtradas fueron un asunto sobre el cual toda la población ya estaba enterada. «Ya sabíamos que el gobierno nos menosprecia, nos ve como otra clase política. Allí entre ellos se reparten el dinero y debido a su nepotismo ponen a familiares al frente de importantes cargos», deplora la ciudadana.
¿Cómo afectaron estas protestas la relación entre EE. UU. y la isla?
«No fueron las protestas las que afectaron esta relación, si no el gobernador Rosselló», asevera Betancourt.
Rául Grijalva y los demás senadores que hacen parte del «Comité de Recursos Naturales de la Cámara de Representantes de EE. UU., más importante órgano en la asignación del presupuesto para Puerto Rico, expresaron que el problema para la entrega del dinero era el gobernador, porque no había renunciado», añade el investigador.
Por su parte, Colón Morera plantea que tras «la presencia de decenas de miles de banderas de Puerto Rico durante las protestas» podría indicar que hay «una juventud interesada en proteger su identidad».
En la isla «hay mucho disgusto hacia la forma racista en que el presidente de EE. UU., Donald Trump, se refiere a los puertorriqueños», y por su manera de quejarse tras «la asignación fondos federales, luego del huracán María (en 2017)», concluye el docente.
A lot of bad things are happening in Puerto Rico. The Governor is under siege, the Mayor of San Juan is a despicable and incompetent person who I wouldn’t trust under any circumstance, and the United States Congress foolishly gave 92 Billion Dollars for hurricane relief, much….
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 18 de julio de 2019
¿Qué puede hacer EE. UU. ante esta nueva situación?
De acuerdo con Betancourt, la actuación del gobierno federal en EE. UU. para este evento en particular es muy limitada, debido a que Puerto Rico mantiene un alto grado de independencia de las ramas legislativa y judicial de EE. UU.
Lo único que puede desencadenar una intervención del gobierno federal «sería un delito federal, que sería investigado por el FBI. Pero más allá de eso los problemas de Puerto Rico los resuelven los propios ciudadanos», subraya el experto.
De todos modos, puntualiza Betancourt, hay otro problema para Puerto Rico y tiene que ver con la agenda política de Trump. El mandatario estadounidense busca «reducir las ayudas federales a su mínima expresión. Por ejemplo, uno de sus reclamos es que a la isla se le han asignado 92.000 millones de dólares de fondo para la recuperación, pero hasta el momento ese monto es inferior a los 14 mil millones de dólares».
Alexander Berrío Machacón
Escuela de Periodismo Multimedia EL TIEMPO
En Twitter @adberrio1