Guatemaltecos eligen presidente en medio de denuncias de fraude

Los guatemaltecos están llamados a las urnas este domingo para elegir a su futuro presidente en medio de señalamientos de fraude electoral. Frente a ellos, dos papeletas: la de Sandra Torres, abanderada de los programas sociales, y la de Alejandro Giammattei, la mano dura contra el crimen.

Esta segunda vuelta, la cual se produce después de que ninguno de los candidatos alcanzó la mitad más uno de los votos en los comicios generales del pasado 16 de junio, se celebrará en un clima de incertidumbre, desasosiego y desapego.

Las encuestas vaticinan a Giammattei como claro vencedor. Pero puede que el abstencionismo aumente, y más en las comunidades indígenas y en el interior del país, pues el Comité de Desarrollo Campesino, una de las agrupaciones más importantes en estas áreas, ya ha anunciado que no apoyará ninguna de las dos opciones.

Así lo respaldó también el partido Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP), surgido de la organización campesina, y la activista indígena maya-mam Thelma Cabrera, que fue su candidata a la presidencia, quedando en un cuarto lugar, y esta semana volvió a refrendar su posición en el paro campesino, porque ninguno de los dos candidatos representa al pueblo.

Pero serán la ex primera dama y el exdirector del Sistema Penitenciario los que midan fuerzas en este balotaje después de unos resultados que, aún con los fallos reconocidos por el Tribunal Supremo Electoral, fueron refrendados por la Organización de Estados Americanos (OEA).

Con este panorama, Giammattei, quien supera en 18,2 puntos a la ex primera dama, según el sondeo de la firma Pro Datos, aumentó la presión penal en contra de su rival, a quien ha prometido meter en la cárcel y contra la que pidió una orden de arraigo para que enfrente la justicia ante su “inminente derrota”, que de ser cierta le haría perder el fuero.

Las denuncias siguen sobrevolando esta elección. Las mismas que el jueves llevaron a un juzgado a decidir procesar al exdirector y al exsubdirector de Informática del Tribunal Supremo Electoral, Gustavo Castillo y Beny Obdulio Román respectivamente, por “destrucción de registros informáticos e incumplimiento de deberes” en la primera vuelta del pasado 16 de junio.

Ese fue uno de los motivos por los que el aspirante conservador lanzó esta semana una aplicación propia de su partido para el recuento de votos porque no se fía del papel del Tribunal Supremo Electoral y por tener dudas de que un experto haya sido contratado para alterar los resultados de este domingo, en los que se elegirá al sucesor de Jimmy Morales para los próximos cuatro años (2020-2024).

Las encuestas vaticinan a Giammattei como claro vencedor

Esto aumenta las dudas sobre estos comicios, además de sumarse a la orden del juez Fredy Orellana de pedir a la Fiscalía que investigue de oficio a los magistrados del ente electoral y otros trabajadores para establecer si están implicados en esos delitos.

Y, mientras el Tribunal Supremo Electoral se ha afanado en defender en los últimos días que el proceso será transparente, después de los fallos electrónicos del cómputo preliminar que pusieron en duda los resultados del 16 de junio, el ente ha asegurado que todo está solucionado y se garantizará la decisión de las urnas.

Para velar por estos comicios, el pasado primero de agosto, una misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA), formada por 85 expertos y dirigida por el expresidente de Costa Rica Luis Guillermo Solís, comenzó su despliegue.

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