Ni Lenín Moreno ni los indígenas dan su brazo a torcer en Ecuador
La jornada relativamente tranquila de paro nacional que se vivió este miércoles en Ecuador –convocada por la eliminación del subsidio a los combustibles que ordenó el presidente Lenín Moreno– quedó empañada por una fuerte arremetida policial, que dispersó a indígenas concentrados el parque del Arbolito, en el centro norte de Quito.
Cientos de personas huyeron en la noche de este miércoles de la lluvia de gases lacrimógenos hasta lograr refugiarse en dos universidades aledañas y en la Casa de la Cultura Ecuatoriana.
Un hecho similar se había registrado la noche del martes. La situación obligó a convocar a la Cruz Roja para crear un corredor humanitario con el fin de evacuar a mujeres y niños.
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Como resultado de los enfrentamientos se atendió a 15 personas heridas, 2 miembros de la Fuerza Pública y 13 manifestantes, entre ellos un estudiante con un trauma craneoencefálico producto del impacto de una bomba lacrimógena.
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Tanto el estudiante como un policía herido en uno de sus ojos con una piedra fueron trasladados a un centro hospitalario. Según información entregada a EL TIEMPO por el defensor del Pueblo, Freddy Carrión, al menos 864 personas habían sido detenidas en las protestas.
A pesar de que la ONU, la Conferencia Episcopal Ecuatoriana y representantes de las universidades fueron aceptados como mediadores para buscar una salida a la conflictiva situación social que vive el país, el Gobierno mantiene su decisión de no derogar el decreto que elimina los subsidios a los combustibles, principal demanda del sector indígena para sentarse a la mesa de diálogo.
Estamos más firmes que nunca porque el pueblo está decidido y pide derogatoria de las medidas económicas
Frente a estas posiciones radicales, la movilización indígena, que desde inicios de semana concentra en Quito a por lo menos 20.000 personas, continuó este miércoles en todo el país bajo una convocatoria de huelga nacional a la que se sumaron las organizaciones de trabajadores y estudiantiles que también reclaman por las últimas medidas económicas del Gobierno.
“Estamos más firmes que nunca porque el pueblo está decidido y pide derogatoria de las medidas económicas”, afirmó este miércoles en la noche en un comunicado la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador, al asegurar que no había ninguna negociación con el gobierno de Moreno, quien dijo confiar en una “pronta solución”.
Según el analista Francisco Escandón, el “Gobierno despreció” la manifestación y se le salió de las manos hasta tomar una característica de un levantamiento popular. El experto considera que el Gobierno se vio acorralado y dio muestras de su debilidad al abandonar Quito como sede de Gobierno, declarar el estado de excepción y finalmente decretar un toque de queda.
Para el analista, la masiva movilización es el resultado de una ira y descontento represado, pero también logró evidenciar que junto a Moreno está la derecha del país que está defendiendo “el paquetazo” (reformas económicas acordadas entre el gobierno de Moreno y el Fondo Monetario Internacional), y ahora hablan en nombre de la paz y del trabajo.
Esto en referencia a una masiva marcha paralela que se realizó en Guayaquil, liderada por Cynthia Viteri y Jaime Nebot, alcaldesa y exalcalde, identificados con el partido Social Cristiano.
Las pérdidas económicas para el país van sumando en miles de millones de dólares diarios, según puntualizó en cadena nacional el vicepresidente Otto Sonnenholzner.
La mayoría de establecimientos comerciales cerraron, y grandes cantidades de productos no han podido movilizarse desde el campo hasta las principales ciudades, que ya comienzan a sentir el desabastecimiento. Sonnenholzner dijo que ante la difícil situación económica del país, “el Gobierno tuvo que elegir entre los subsidios y la dolarización”.
La empresa estatal Petroecuador anunció la paralización de las operaciones del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano por bajo stock de crudo a consecuencia del cierre de la operación de varios pozos petroleros. Se han dejado de producir 231.800 barriles diarios, por lo que el país recibirá castigos al aplazar los embarques para la exportación.
Violencia contra la prensa
La prensa ha sido blanco de varios ataques violentos por parte de la Fuerza Pública del Ecuador y también por los movilizados, por lo que las organizaciones de periodistas expresaron su preocupación por la falta de garantías para que los comunicadores cumplan su trabajo de informar.
Reporteros sin Fronteras (RSF) pidió este miércoles al gobierno ecuatoriano que garantice la seguridad de los periodistas en todo el país y recordó una serie de agresiones registradas durante la última semana. Tanto el presidente Moreno como la Ministra del Interior, María Paula Romo, se han disculpado públicamente por los abusos cometidos por las fuerzas del orden.
RSF señala que “frente a la magnitud y la intensificación de la crisis, es esencial que se dé las mismas instrucciones a todos los representantes del Estado, sobre todo en las zonas alejadas de los grandes centros urbanos, donde los periodistas son particularmente vulnerables”.
La Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, también condenó las agresiones y detenciones contra periodistas y pidió a las autoridades y público en general “respetar el libre ejercicio del periodismo”.
ANA LUCÍA ROMÁN
Para EL TIEMPO
QUITO