El vertiginoso ascenso del partido ultraderechista Vox en España

Aunque el partido socialista fue el que más votos obtuvo en las elecciones generales del domingo en España, el gran triunfador fue Vox, la agrupación de extrema derecha que hasta hace pocos meses no tenía presencia institucional y en los comicios ganó 52 escaños. Su líder, Santiago Abascal, aseguró que se trata de una “gesta política” y que constituye una “alternativa patriótica y social”.

Varios factores influyeron en el ascenso de Vox. “El primero es la sentencia del proceso independentista al que llegó el Tribunal Supremo”, explica a EL TIEMPO el analista Cristóbal Herrera, director de Asuntos Públicos de la agencia Llorente y Cuenca, en referencia a la condena a penas de cárcel a los dirigentes que impulsaron la frustrada independencia catalana en 2017. “Esto deriva en una ola de violencia en Cataluña y, por lo tanto, genera una reacción por parte de la población que entiende que se necesita mano dura”, dijo. Y Vox es el partido con el discurso antiindependentista más fuerte.

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“Este partido ya se había presentado en 2014, sin ningún éxito en las elecciones europeas”, afirma, por su parte, el analista Pablo Simón. “No había conseguido tener representación y su crecimiento a partir de septiembre del año pasado se debe esencialmente a la tensión territorial con Cataluña”.

Ocupa de alguna manera el espacio que hasta ahora llenaba Ciudadanos, partido de centro-derecha en España, con el que comparte algunos valores, pero que mantiene una postura más flexible. Es precisamente otro factor importante en el ascenso de Vox. “Ciudadanos representaba la mano dura contra el independentismo, pero desde abril se empezó a deshinchar y se hundió”, señala Herrera.

Vox, además, enarbola banderas contra la inmigración, el aborto, la violencia machista, el funcionamiento de la Unión Europea y el islamismo radical, entre otros temas de gran sensibilidad social. En los últimos meses, sin embargo, ha presentado de otra manera sus posiciones. “Ya no es un discurso contra la inmigración, sino contra la inmigración irregular”, explica Herrera. “Ya no es contra los homosexuales, sino contra el matrimonio del mismo sexo”.

Vox toma impulso en España cuando en el mundo ya se han asentado partidos de derecha radical. Desde el republicano Donald Trump en Estados Unidos hasta Jair Bolsonaro en Brasil. Un fenómeno semejante se ha visto en Europa. De acuerdo con el catedrático José María Peredo, hay una relación entre el impulso de Vox y esos fenómenos de carácter político ultraconservadores en otros países.

España llega tarde al crecimiento de la extrema derecha europea, pues ya están el Frente Nacional en Francia y la Liga en Italia, entre otros países con representación parlamentaria”, dice Herrera.

Y pese a que Vox es ya “un referente en el continente”, lo cierto es que su influencia en el Parlamento europeo es reducida porque tiene tres eurodiputados.

Franquismo

El auge de Vox coincide con el traslado en octubre de los restos del exdictador español Francisco Franco, que fue exhumado del monumental Valle de los Caídos e inhumado en el cementerio de Mingorrubio.

Sin embargo, Herrera cree que estos hechos no están relacionados. “Los estudios sociológicos afirman que el tema del franquismo está superado por la sociedad española”, advierte. “Y si se ponen del lado del franquismo, les puede repercutir negativamente frente a un electorado que en su mayoría es demócrata”.

De hecho, explica que ningún partido político trató de utilizar ese episodio como estrategia política ante las elecciones recién celebradas.

Posibles alianzas

En pleno guayabo electoral, es muy pronto para hablar de alianzas entre partidos. Sin embargo, la política española de las próximas semanas se centrará en las posibles coaliciones que se darán, puesto que ningún partido logró la mayoría necesaria para gobernar en el sistema parlamentario que rige el país.

Pedro Sánchez, actual presidente en funciones y ganador de las elecciones, puede pactar con la izquierda, caso en el que necesitaría a Unidas Podemos, Más País y algunos partidos regionalistas minoritarios, entre los que se podría contar Esquerra Republicana de Catalunya (cuyos líderes están en prisión o fugados de la justicia).
Otra posible alianza que ve Herrera es entre el Psoe y el PP.

Los estudios sociológicos afirman que el tema del franquismo está superado por la sociedad española

Aunque es difícil, aclara que no es imposible ante el “vértigo” de pensar en nuevas elecciones. Ciudadanos ya no entra en la ecuación porque su aporte es irrelevante. “Vox aprovecharía la circunstancia para decir que constituye el partido de derecha, porque el PP y el Psoe han demostrado que son lo mismo”, asegura. “Ocurra lo que ocurra, va a querer aparecer como el gran referente de la derecha española”.

De cualquier manera, la irrupción de Vox ha provocado fuertes temblores en un país que durante más de tres décadas estuvo bajo el bipartidismo del PP y el Psoe.

JUANITA SAMPER OSPINA
CORRESPONSAL DE EL TIEMPO
MADRID

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