Candidatos a presidencia de Bolivia pisotean el nombre de Evo Morales

El 3 de mayo, los bolivianos regresarán a las urnas por segunda vez en menos de siete meses para elegir un presidente en reemplazo de Evo Morales, quien duró casi 14 años en el poder, pero que, tras una ola de protestas ciudadanas y denuncias de fraude en los comicios de octubre de 2019, renunció y se fue del país.

Los candidatos diferentes al Movimiento al Socialismo (MAS) del exmandatario, comenzando por la presidenta, Jeanine Áñez, están tratando de ganar favorabilidad entre la población, en su mayoría indígena, con base en tratar de desmontar el mito que Morales construyó durante más de una década en la que el país andino obtuvo logros económicos y sociales indudables, pero también fue cuestionado por su alianza con el socialismo del siglo XXI que el entonces presidente venezolano Hugo Chávez implantó en Venezuela. Igualmente fue motivo de críticas la expulsión de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), su deseo de mantenerse en el poder pese a fallos de las altas cortes y denuncias de corrupción.

(Le puede interesar: Quiero ser legislador para blindarme de amenazas de
EE. UU.’: Evo
)

Áñez, a quien como diputada le correspondió, por orden de sucesión, asumir la presidencia desde el 12 de noviembre, anunció desde el comienzo de su gestión que quería llevar al país a una elección en la que no participaría, pero el 24 de enero notificó que se presentaría como candidata a los comicios.

Analistas han criticado este hecho y cuestionan el cambio de opinión en tan poco tiempo y, además, le achacan su intento de construir una candidatura sobre el desprestigio y la destrucción de la figura de Morales, dado que este mantiene altos niveles de popularidad.

Evo morales

El exmandatario boliviano Evo Morales durante el anuncio de la fórmula del MAS para las elecciones del 3 de mayo.

La obra de Morales

Sin embargo, como se lo dijo a EL TIEMPO Beatriz Muriel, directora del Instituto de Estudios Avanzados en Desarrollo (Inesad), un grupo de investigación aplicada de Bolivia, Morales también ejecutó políticas de proselitismo desde el propio Estado, y por eso “hay muchos edificios en honor al expresidente e, incluso, un museo que costó 7 millones de dólares, dedicado a su obra. Además, en la cartillas de primaria también hay fotografías, dibujos y menciones permanentes del exmandatario y su gobierno”.

La analista considera que durante los 13 años de gobierno de Morales también hubo tergiversación sobre el destino de los impuestos que pagan los bolivianos, pues, como sucede en el caso del teleférico de La Paz, “se vendía la idea de que Evo hizo la obra, de innegable valor social dada la difícil geografía de la capital, pero desconociendo, o al menos no mencionando, el hecho de que ese sistema de transporte se hizo con recursos provenientes de impuestos y créditos internacionales”. “Esa concepción de que Evo mandó a construir el teleférico está en el imaginario colectivo de muchos bolivianos”, recalca la directora de Inesad.

(Lea también: ¿Quién es Luis Arce, el candidato presidencial del partido de Evo?

La administración de Áñez ha estado realizando un inventario de las obras, programas, subsidios y los compromisos que dejó acordados el gobierno de Morales con el objetivo de continuarlos o cancelarlos.

Uno de ellos es el caso de la moderna torre de 130 metros de altura que el exmandatario ordenó construir justo detrás del antiguo Palacio Quemado, que por décadas fue la casa presidencial, y en la que mandó a acondicionar un apartamento de más de 1.000 metros cuadrados, justo debajo del helipuerto. La obra ha sido criticada por la forma como rompe con la uniformidad arquitectónica, declarada patrimonio en el centro histórico de La Paz. Aunque en el edificio funcionan varios ministerios, no es la residencia de Áñez.

Lujos de Evo 4

El apartamento de más de 1.000 metros cuadrados que Evo Morales ordenó hacer en la torre más alta de Bolivia y que rompió con la uniformidad arquitectónica en la zona histórica de La Paz.

Otros proyectos que al menos se suspendieron para analizar su viabilidad jurídica fueron los de desarrollo de energía nuclear para usos pacíficos como la salud. Morales hizo varios acuerdos con firmas de Rusia y Argentina por más de 350 millones de dólares. El argumento del gobierno de Áñez es que no pasaron el filtro parlamentario que requieren los contratos estatales en Bolivia.

Casa del Pueblo Bolivia

Una moderna torre, la más alta de Bolivia, fue construida al lado del Palacio Quemado, la histórica casa presidencial y rompió con la uniformidad arquitectónica de la zona histórica de La Paz.

Foto:

Holman Rodríguez Martínez / CEET

Pero la aparente intención de Áñez de borrar el recuerdo de Morales sí es una realidad, según el relator de las Naciones Unidas Diego García-Sayán, quien manifestó su preocupación por la “persecución política” a exfuncionarios de la era de Evo Morales en el país y el “uso de las instituciones judiciales y fiscales en Bolivia con fines políticos”. Estas palabras generaron el rechazo del Gobierno y la solicitud de renuncia del funcionario.

A recortar las diferencias

El periodista boliviano Carlos Orías le dijo a EL TIEMPO que la presidenta Jeanine Áñez está tratando de eliminar el recuerdo de Evo Morales entre la población con dos fines: el primero, “porque es la manera de presentarse como alternativa válida y nueva, que, además, denuncia y acusa de narcotráfico y corrupción al gobierno anterior, y por otro lado es una manera de mantener cohesionada a la opinión pública para que al evaluar negativamente a Morales no dude en votar por ella. Es así como lograría reducir la ventaja del candidato del MAS”, afirma.

Orías le dijo a este diario que, de todas maneras, el partido del expresidente boliviano “no generó ni promovió figuras políticas para el futuro y, en cambio, sí hubo corrupción y malos manejos en ese gobierno”.

Luis Arce

Luis Arce, exministro de Economía y Finanzas de Evo Morales y su designado para buscar la presidencia.

Aprovechando la popularidad de Morales, el MAS designó a su exministro de Economía Luis Arce como candidato presidencial. Y así, todos los que se oponen al expresidente, de momento, buscan llegar solos a la cita en las urnas, pero con bajos números en las encuestas de intención de voto.

El académico Rafael Vilar le dijo a EL TIEMPO desde La Paz que algunos candidatos no podrán consolidar su aspiración y al final estarán Arce, la presidenta Áñez, el expresidente Carlos Mesa y el dirigente Luis Fernando Camacho, quien se hizo famoso por llevar una biblia y una carta de renuncia al palacio presidencial para que Morales la firmara y, además, hizo una invocación a la Virgen María para que se restaurara la normalidad política en el país.

Así mismo, Vilar consideró que “el único que está acabando con el nombre de Morales es el propio exmandatario, con el llamado hace un par de meses a crear milicias y rodear a La Paz para desabastecerla”.

HOLMAN RODRÍGUEZ MARTÍNEZ
Redacción Internacional
EL TIEMPO
En Twitter @holmanrodriguez

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *