Covid-19: ‘La más grande batalla de Europa desde la II Guerra Mundial’
La canciller alemana, Angela Merkel, habla del nuevo coronavirus como “el mayor desafío” que haya conocido Alemania desde la Segunda Guerra Mundial: “Desde la reunificación alemana, no, desde la Segunda Guerra Mundial, no ha habido un desafío para nuestro país que dependa tanto de nuestra solidaridad común”.
El presidente francés, Emmanuel Macron, lo pone en términos de que el país “está en guerra (…) una guerra sanitaria, pero el enemigo está ahí, invisible, escurridizo”.
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Porque a la lamentable pérdida de vidas humanas se suman la debilidad de la economía continental; la regular preparación de los servicios de salud públicos; el impacto del brexit, que aunque no se ha dado en forma, sí ha hecho mucho daño a las economías comunitarias, y el eco de las sucesivas crisis migratorias que ha provocado movimientos políticos internos no siempre deseados o convenientes, como el ascenso de la ultraderecha.
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Y es que el coronavirus ha golpeado sin piedad a Europa, que ha puesto hasta ahora más de la mitad de los muertos que ha habido en el mundo (unos 5.300 de los alrededor de 10.500 de todo el planeta), y la luz al final del túnel, particularmente en los casos más graves, como Italia y España, está muy lejos de verse.
Todo un nuevo lenguaje para una crisis que fue subestimada por los dirigentes europeos, como bien reconoció la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien admitió que los dirigentes políticos desestimaron la magnitud del peligro que representa la pandemia, de acuerdo con una entrevista publicada el miércoles por el diario alemán ‘Bild’.
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“Creo que todos los que no somos expertos inicialmente subestimamos el coronavirus”, dijo Von der Leyen al periódico. “Sin embargo, ha quedado claro que este es un virus que nos mantendrá ocupados durante mucho tiempo”, agregó. “Hemos entendido que todas estas medidas, que hace dos o tres semanas parecían drásticas y draconianas, deben tomarse ahora”, dijo la funcionaria al recordar que Europa es “en este momento el epicentro de la crisis”.
Los gobiernos de la Unión Europea (UE) han reconocido oficialmente que el bloque se dirige hacia una recesión este año, la primera desde la crisis de la deuda soberana. Inevitable, si se quiere, dadas las extremas condiciones que han tenido que imponer para evitar la propagación del virus.
“Asumiendo una extensión de la crisis de salud hasta principios de junio o más allá, la caída de la actividad económica en 2020 podría ser comparable a la contracción de 2009, el peor año de la crisis económica y financiera”, dijo la Comisión Europea el viernes.
La producción de la zona del euro se reducirá 2 por ciento este año si un bloqueo inducido por el virus en el continente dura un mes
La Comisión señaló que su suposición de referencia de hace solo una semana sobre una contracción de uno por ciento en la producción económica de este año es probablemente optimista.
“Desarrollos desde entonces” apuntan a una trayectoria más adversa, dice. La sombría perspectiva está en línea con las proyecciones más recientes del Banco Central Europeo. Su presidenta, Christine Lagarde, dijo a los líderes de la UE a principios de esta semana que la producción de la zona del euro se reducirá 2 por ciento este año si un bloqueo inducido por el virus en el continente dura un mes, y 5 por ciento si se mantiene durante tres meses, según dos personas familiarizadas con el asunto.
Pero los líderes de la UE no tienen más remedio que restringir la mayoría de los viajes al continente en una medida sin precedentes destinada a frenar la propagación y mitigar sus efectos en el bloque.
Las restricciones aplicarán para todos los ciudadanos no pertenecientes a la UE y durarán 30 días, dijo Merkel a periodistas.
La prohibición de todos los viajes de ciudadanos extranjeros se suma a una serie de medidas restrictivas que habrían sido impensables en las democracias occidentales hace tan solo unas semanas. Varios Estados miembros de la UE han impuesto toques de queda y cierres de tiendas, bares, escuelas y restaurantes en un último esfuerzo por evitar que la enfermedad supere los sistemas de salud del continente.
Si bien muchos epidemiólogos consideran que las medidas son esenciales, tendrán un fuerte impacto en las economías europeas y globales.
La prohibición de todos los viajes se suma a una serie de medidas restrictivas que habrían sido impensables en las democracias occidentales hace tan solo unas semanas
Sin embargo, no está claro si los controles fronterizos internos se eliminarán gradualmente después de la última decisión, dado el temor de muchos gobiernos sobre la transmisión del virus por parte de visitantes, europeos o de otro origen.
Las principales bolsas europeas cerraron el viernes en alza, en reacción a las millonarias medidas financieras anunciadas por países e instituciones multilaterales para hacer frente a la crisis económica.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estimó que 25 millones de puestos de trabajo en el mundo están amenazados por la pandemia si no hay una respuesta internacional coordinada.
REDACCIÓN INTERNACIONAL
* Con AFP, Efe, Bloomberg