Las etapas con las que España espera regresar a la normalidad
El presidente de España, Pedro Sánchez, explicó este martes el plan de ruta para la desescalada del confinamiento por coronavirus en el país. Consiste en tres fases y el comportamiento del virus determinará si se hace posible el paso de cada una a la siguiente, pero, en principio y si todo sale bien, se llegará a lo que él llama “nueva normalidad” dentro de seis u ocho semanas.
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Se trata en realidad de cuatro etapas, pues la cuenta comienza con la número cero, que arranca el 4 de mayo. En esta se van a permitir los servicios de comida a domicilio, el entrenamiento de altos deportistas profesionales y la preparación de los
locales que abrirían en las siguientes etapas.
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Tras seis semanas de aislamiento, países como España han permitido la salida controlada de menores de edad para
que realicen actividad física.
CRISTINA QUICLER. AFP
Durante la segunda fase se establecerán horarios de salidas para los mayores de 65 años, la puesta en marcha de algunas actividades de agroalimentación y pesca, la celebración de cultos con un tercio del aforo de los sitios, y la apertura de algunos centros deportivos de alto rendimiento.
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Asimismo, se podrá ir a restaurantes que cuenten con las medidas de sanidad adaptadas, a salas de cine y espectáculos, a conferencias y a reuniones en lugares siempre y cuando no se supere un tercio del aforo o las 50 personas.
También se permitirá organizar actividades al aire libre con menos de 400 individuos. Se calcula que esto se produciría en torno al 25 de mayo.
En la tercera fase, serán posibles el movimiento general de las personas, con la recomendación de que usen mascarillas; las reuniones en establecimientos comerciales siempre y cuando la ocupación no sobrepase el 50 por ciento de capacidad y las personas mantengan una distancia de dos metros entre ellas; la apertura de restaurantes con separaciones y restricciones; y el regreso a las playas.
Hemos optado por este cuadro de fases espaciadas porque entendemos que responde a nuestra capacidad de adaptación
De esta manera, Sánchez piensa que España llegará a una «nueva normalidad». Para el segundo semestre, ya anunció que en septiembre se reanudarán las clases académicas. En todo caso, planteó la posibilidad de que las escuelas y colegios ofrezcan desde antes sesiones de refuerzos para los niños que no tienen con quién quedarse en sus casas.
El presidente calcula que cada fase durará dos semanas, según el desarrollo del virus. Y advirtió en varias oportunidades que estas medidas pueden variar de acuerdo con los consejos científicos.
Sin embargo, continúan las restricciones importantes, como la imposibilidad de visitar amigos o parientes y la movilidad entre provincias. Por otra parte, la desescalada se producirá con velocidades diferentes en las diversas zonas. Algunas islas de las comunidades autónomas de Canarias y Baleares, por ejemplo, donde los casos de infectados son escasos, podrán saltarse la etapa cero y adoptar directamente las medidas de la primera.
Durante los últimos días la cifra de fallecidos en España se encuentra alrededor de los 300. Es muy alta (más que en Colombia en todas las semanas), pero ha bajado respecto al pico que se sufrió hace tres semanas, cuando se presentaban casi mil muertes diarias.
Sánchez advirtió que este plan puede variar. Señaló que nos enfrentamos a un virus cuya derrota se dará cuando se produzca una vacuna o un remedio terapéutico. “Hemos optado por este cuadro de fases espaciadas porque entendemos que responde a nuestra capacidad de adaptación y de respuesta a la realidad epidemiológica en cada uno de los territorios”, aseguró.
JUANITA SAMPER OSPINA
Corresponsal de EL TIEMPO
MADRID