La comunidad internacional se solidariza con Chile por los incendios
Colombia, Argentina, España, México, Brasil, Uruguay y la Unión Europea (UE) se mostraron dispuestos a ayudar a las autoridades chilenas para controlar los graves incendios forestales que azotan al sur y el centro del país desde hace una semana.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, a través de su cuenta en Twitter, aseguró que mandarán un avión con material y un grupo de expertos para apagar los incendios que, hasta el cierre de esta nota, dejan 24 muertos, 997 heridos, 800 viviendas destruidas y 270.000 hectáreas arrasadas por el fuego, según cifras de la agencia AFP
Estos hechos se han registrado principalmente en las regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía, zonas de intensa actividad agrícola y forestal ubicadas a 400, 500 y 700 kilómetros al sur de Santiago, respectivamente. En estas zonas las temperaturas han estado por encima de los 40 grados centígrados, lo que ha propiciado los incendios en esta región.
Por su parte, los gobiernos de Argentina y España ya anunciaron el envío de brigadistas y maquinaria para colaborar en la extinción y control del fuego, a lo que se sumará el mencionado avión colombiano. La Cancillería chilena, además, también dijo que está coordinando ayuda de México, Brasil y Uruguay.
Entretanto, la UE anunció que está preparada también para ofrecer el apoyo necesario.
Las fotografías y los relatos por la crisis en Chile dan cuenta de la tragedia que hoy vive el país. En la zona agrícola rodeada de bosques madereros devastada por el fuego se repiten escenas de parcelas reducidas a cenizas, animales muertos y gente de campo que de un momento a otro perdió todo.
“Fue un infierno. No logro entender cómo nuestras casas (…) se han quemado. Ha sido un milagro que a algunos se les haya escapado su casa (de las llamas), pero el fuego los rodeó”, contó a la AFP María Inés, de 55 años, dirigente social del sector Diñico, en el municipio de Santa Juana, en la región de Biobío.
“Y ahora tenemos el temor de que vuelva el fuego (…). Imagínese, sin agua, ¿dónde nos vamos a refugiar? ¿Dónde? ¿Cómo?”, se preguntó angustiada.
Miguel Ángel Henríquez, de 58 años, un agricultor de Santa Juana, en la misma región, relató a la AFP que esperó con su esposa hasta el último minuto para huir de las llamas y ahí fue cuando se encontraron con bomberos y carabineros.
“Apareció un vecino y se metió al fuego, para buscar sus animales, pero no apareció más, don Antón. Yo le grité que saliera del fuego, pero no quiso obedecerme”, aseguró.
El presidente Gabriel Boric asistió al velorio de una bombera en la localidad de Coronel.
“Chile entero llora con ustedes. Estoy acá para decirles que no están solos, que la familia de Yesenia (Muñoz, la bombera fallecida) no va a estar sola”, dijo el mandatario.
En la mañana de ayer, una baja en las temperaturas parecía dar un respiro a los 5.300 brigadistas y bomberos que combaten los incendios. Sin embargo, medios locales anticipaban que mañana podrían volver a subir la temperatura en la zona. Las autoridades también informaron que al menos 240 incendios siguen activos.
El Gobierno de Chile también informó ayer que hay un total de 10 detenidos por su presunta implicación en los devastadores incendios. “La generación intencional de incendios va a ser perseguida penalmente por el Gobierno. La ley es especialmente dura (…). Las penas van de 5 a los 20 años”, aseguró en una rueda de prensa el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve.
A inicios de 2017, una cadena de incendios que arrasaron unas 460.000 hectáreas dejó 11 muertos, cerca de 6.000 heridos y más de 1.500 viviendas quemadas.
REDACCIÓN INTERNACIONAL
EL TIEMPO