Elecciones en España este domingo, bajo la sombra del separatismo
Los españoles acuden a las urnas de nuevo este domingo para votar en unas elecciones que, esperan, los llevarán a tener un presidente de gobierno, luego del intento fracasado del pasado 28 de abril. Es la cuarta vez en cuatro años que se celebran comicios generales en el país.
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El escenario político se encuentra impregnado por las protestas de miles de catalanes por las sentencias del Tribunal Supremo, que condenó a penas de cárcel de entre 9 y 13 años a dirigentes separatistas que promovieron el intento de independencia de esa comunidad en 2017.
Se prevé que ningún candidato obtendrá los votos suficientes que le den la mayoría de los escaños del Congreso para ser presidente bajo el régimen parlamentario español.
Por lo tanto, será necesario negociar para lograr coaliciones que permitan sumar la cifra necesaria o para pactar la abstención de algunos en la votación de la investidura.
Pedro Sánchez, actual presidente en funciones en España.
José Luis Cereijido/ EFE
En España está prohibido publicar encuestas durante los cinco días previos a las elecciones, pero los últimos resultados situaban como ganador al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), con Pedro Sánchez, actual presidente en funciones. Le seguiría el Partido Popular (PP, de derecha), liderado por Pablo Casado.
El tercer lugar se lo disputan Unidas Podemos (extrema izquierda), con Pablo Iglesias al frente, y VOX, de extrema derecha, bajo la batuta de Santiago Abascal. Por debajo se sitúa Ciudadanos, de centroderecha, con Albert Rivera como líder. Y al final se asoma Más País, un nuevo partido surgido de una ruptura con Podemos, impulsada por su antiguo número dos, Íñigo Errejón
En esta campaña, que fue más corta que las anteriores en un país que muestra desgaste ante tantas repeticiones de elecciones, llamaron la atención los puntos que bajó el PSOE y los que subió VOX, una agrupación nueva con un fuerte discurso nacionalista, xenófobo, racista y antiindependentista.
Unos 525.00 manifestantes se encontraron en el centro de Barcelona, tras la decisión del Tribunal Supremo.
Bloomberg
Precisamente, la presión independentista catalana ha constituido el eje de la campaña. El impulso de Abascal se debe, en parte, a su fuerte posición contra ella. Y Sánchez ha actuado en terreno resbaladizo: aunque critica el separatismo, no descarta que llegue a necesitar el apoyo de algún partido afín a él.
Pese a ello, se ha mostrado duro y ha enviado miembros de la Policía y de la Guardia Civil para garantizar una jornada electoral tranquila y controlar los disturbios en las calles (van tres semanas de protestas por las sentencias judiciales contra los dirigentes independentistas).
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En su afán por mostrar su postura inquebrantable, habló de que su gobierno está actuando en contra del independentismo y puso como prueba la activación de la euroorden emitida por la Fiscalía para que la justicia belga entregue a España a Carles Puigdemont, expresidente fugado de Cataluña.
La insinuación de que la Fiscalía depende del Gobierno desató fuertes críticas, sobre todo de asociaciones de fiscales que remarcan su objetividad e imparcialidad. Sánchez aceptó su error. Es una prueba más de que las elecciones del domingo en España se ven a través del lente amarillo de la independencia de Cataluña.
JUANITA SAMPER OSPINA
Corresponsal de EL TIEMPO
Madrid