Los puntos más polémicos de la Constitución que Chile espera modificar
¿Por qué la Constitución redactada en plena dictadura, 1980, sigue vigente en Chile? Tras casi un mes de protestas y una creciente crisis social este país parece haber decidido pasar la página de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
El Congreso de ese país llegó a un acuerdo en la madrugada de este viernes para convocar a un plebiscito sobre redactar una nueva Constitución que sustituya la actual.
Los manifestantes habian expresado quejas cada vez mayores en contra de la carta magna actual, argumentando que consagraba un sistema económico que no proporcionaba servicios básicos, como atención médica y pensiones dignas para millones de chilenos.
Para entender las polémicas que han rodeado a dicha Constitución es importante remontarse a su origen el 11 de septiembre de 1980, fecha en la que fue aprobada en un polémico plebiscito durante el régimen militar.
Su ideólogo fue el profesor de derecho, senador y fundador del partido de la derecha conservadora Unión Demócrata Independiente (UDI) Jaime Guzmán, asesinado en 1991 por un comando de extrema izquierda.
Este texto fundamental se redactó a la medida de los sectores más conservadores de la sociedad para que permanecieran en el poder, incluso después del fin de la dictadura.
Incluía quorum muy alto para cualquier cambio sustancial y, según explicó Guzmán, estaba redactada de tal forma que si llegase «a gobernar nuestros adversarios, se vean constreñidos a seguir una acción no tan distinta a la que uno mismo anhelaría».
Una ley constitucional también estableció un sistema electoral binominal de diputados y senadores que favoreció particularmente a los partidos de derecha. A pesar de la transición política, Augusto Pinochet (1915-2006) no abandonó la política realmente hasta diez años después del final del régimen militar Siguió siendo comandante en jefe del ejército hasta 1998 y senador hasta 2001.
Durante la transición, los partidos políticos democráticos «tuvieron que negociar la aceptación de la Constitución de 1980 y eso condicionó luego todo el proceso político. Entonces, pudo haber razones de prudencia política, evitando que se entrampara la transición», subraya Domingo Lovera, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad Diego Portales, en Chile.
(Además: Congreso chileno acuerda llamar a plebiscito para cambiar Constitución)
Principales modificaciones hechas desde 1990
Desde la década de los 90, la Constitución chilena fue enmendada una decena de veces. En 2005, se eliminaron principios antidemocráticos como permitir el despido de jefes militares sin consulta previa al Consejo Nacional de Seguridad, un organismo que tuvo gran peso durante la dictadura. Los senadores pasaron a ser elegidos.
Esta reforma fundamental se produjo bajo el mandato del presidente de centroizquierda Ricardo Lagos (2000-2006), luego de alcanzar un importante acuerdo político.
La presidenta socialista Michelle Bachelet, en su segundo mandato (2014-2018), sometió a votación un cambio del sistema electoral que reemplazó la elección binominal por un sistema proporcional moderado que garantiza una representación más amplia de las fuerzas políticas.
Unos días después de asumir su segundo mandato en 2018, el gobierno de Sebastián Piñera anunció que no permitiría que se revisara un nuevo proyecto de ley sometido en el Congreso por Bachelet para una nueva reforma de la Constitución.
Este proyecto incluía la inviolabilidad de los derechos humanos, establecer el derecho a la salud y a la educación, así como la igualdad salarial para hombres y mujeres. Ante la presión de la calle, Piñera ha tenido que abrirse a un eventual cambio constitucional que podría afectar los intereses económicos de su electorado, particularmente en sectores, en gran parte privatizados, como la salud y la educación.
Hasta ahora, el presidente ha descartado la idea de una Asamblea Constituyente, como lo exigen la oposición, varias organizaciones sociales y los manifestantes, que además quieren que se haga con una «amplia participación ciudadana» para garantizar la «legitimidad» del nuevo texto.
El acuerdo alcanzado este jueves permitiría a lo chilenos votar si el órgano encargado de modificar la carta magna es una Asamblea Constituyente, una idea que ya había surgido en el debate de la campaña electoral de 2013, cuando una movimiento de la sociedad civil bautizado ‘Marca tu voto’ invitó a los electores a escribir la mención «AC» (por Asamblea Constituyente) en su boleta electoral.
(En video: Chile completa cuatro semanas de protestas)
Puntos clave sobre la nueva Constitución – Los servicios básicos, principal reivindicación
La Constitución chilena actual no establece que deban ser privadas la salud, la educación ni el sistema de pensiones, que son los tres pilares de las reivindicaciones de los manifestantes en las calles. «Pero establece principios que limitan la acción del Estado y promueve la actividad privada», explica el profesor de derecho constitucional, Sebastián Zárate, de la Universidad de los Andes de Chile.
Yerko Ljubetic, Consejero del Instituto Nacional de Derechos Humanos de Chile, le dijo a EL TIEMPO que con este proceso se debe refundar las bases de la institucionalidad y la convivencia política y social en Chile. «Lo que debiera haber, creo que es un sentimiento muy generalizado , es una reelaboración de esas bases más que una modificación de la actualmente existente», declaró.
Una reelaboración de esas bases más que una modificación de la actualmente existente
«Desde nuestra perspectiva más particular, sí estamos convencidos desde el Instituto de que los Derechos Humanos deben ser un elemento integralmente considerado en esa discusión e integrado en la nueva fase constitucional y esperamos en esa línea poder hacer un aporte como instituto y estar disponibles al debate que se produzca en la futura asamblea constituyente», añadió Ljubetic.
– Proceso para la Constituyente
Después de horas de intensas negociaciones, los principales partidos de la oposición y la coalición de gobierno firmaron un «Acuerdo por la paz y la nueva
Constitución», en el que se comprometieron a aprobar un llamado a plebiscito.
Bajo el acuerdo, se impulsará la realización de una consulta en el mes de abril de 2020 que resuelva dos preguntas: si se quiere o no una nueva Constitución y qué tipo de órgano debiera redactar esa nueva Constitución: una «comisión mixta constitucional» o una «convención constitucional» o Asamblea constituyente.
La convención mixta constitucional, promovida por los partidos de la coalición de gobierno derechista, será integrada en partes iguales por miembros elegidos para este efecto y parlamentarios en ejercicio, mientras que en la «convención constitucional», promovida por los partidos de la oposición, todos sus integrantes serán elegidos específicamente para este evento.
La elección de los miembros de una u otra instancia se realizará en octubre de 2020, coincidiendo con las elecciones regionales y municipales bajo sufragio universal con voto voluntario. Pero la ratificación de la nueva Constitución, si el proyecto es ratificado en el plebiscito, será con sufragio universal y voto obligatorio.
El acuerdo se aprobó en un Congreso en que ninguna de las fuerzas políticas contaba con los dos tercios necesarios para cualquier modificación sustantiva de la
Constitución, tras casi un mes de violentas protestas sociales que dejaron 22 muertos y miles de heridos y detenidos en multitudinarias manifestaciones callejeras, saqueos, incendios y enfrentamientos con la policía.
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*Con información EL TIEMPO, EFE y AFP