Abuso de confianza, soborno y fraude, cargos contra Netanyahu

Tras años de investigaciones, un sinfín de discusiones políticas y de acusaciones directas al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ayer se confirmó que será imputado e irá a juicio por sospechas de soborno, fraude y abuso de confianza en tres casos distintos. Sin embargo, pueden pasar meses hasta que se presenten formalmente los cargos.

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Así lo anunció Avihai Mandelblit, quien en su autoridad como fiscal del Estado decidió al respecto. “Actuamos motivados únicamente por la ley”, recalcó Mandelblit. “No hay aquí consideraciones políticas ni de izquierda ni de derecha. Imponer la ley no es opción. Es nuestro deber. Ante todos los ciudadanos, fuertes y débiles por igual”, dijo.

Esto ocurre cuando Israel se halla en una crisis política sin precedentes por la imposibilidad de formar coalición de gobierno. No lo logró Netanyahu tras las elecciones de abril, tampoco después de las de septiembre, y no lo logró su adversario, Beni Gantz, en los últimos 28 días.

Netanyahu acusó a Mandelblit de “golpe de Estado” para “quitarme del poder”; aseguró que la investigación estuvo “contaminada” y llamó a “investigar a los investigadores”.
“Lo que hay aquí no es un golpe”, dijo Beni Gantz, jefe del partido Kajol Lavan y principal adversario de Netayahu. Gantz agregó que “la reacción de Netanyahu demuestra que debe retirarse de su puesto y concentrarse en los cargos en su contra”.

Benjamin Netanyahu y Beni Gantz

Benjamin Netanyahu, primer ministro israerlí (i) y Beni Gantz (d), ex comandante del ejército de Israel y rival político de Netanyahu.

El caso ‘1.000’ se refiere a sospechas de que Netanyahu y su esposa recibieron regalos y beneficios de empresarios como Arnon Milchan y James Packer a cambio de favores, conectados a sus responsabilidades y cargos públicos. Los beneficios ascenderían a unos 200.000 dólares. Los cargos: fraude y abuso de confianza.

El caso ‘2000’ se refiere a sospechas de que Netanyahu habría pactado con el editor del diario Yediot Ahronot, Arnon Mozes, limitar la circulación de la competencia, el diario Israel Hayom, a cambio de que Yediot tenga una cobertura más favorable hacia él. Este fue al parecer el caso más discutido en la Fiscalía. Los cargos en este caso son fraude y abuso de confianza.

El caso más serio es el ‘4000’, en el que se lo acusa de haber promovido decisiones regulatorias en beneficio de Shaul Alovitch, accionista del conglomerado de comunicaciones Bezeq, a cambio de cobertura positiva en el portal Walla, de su propiedad. Netanyahu y Alovitch son acusados de soborno.

En este caso, Netanyahu habría beneficiado a su interlocutor con unos 500 millones de dólares en cinco años, a cambio de la publicación de los mensajes políticos que Netanyahu deseaba.

Según la Fiscalía, los actos de Netanyahu “fueron llevados a cabo en medio de conflictos de intereses”. La ley israelí no impone la obligación de dimisión del primer ministro en caso de ser imputado, sino solo en la eventualidad de que sea declarado culpable, y solamente por una instancia ante la que ya no pueda apelar, o sea una sentencia definitiva. Esta prerrogativa reservada para el jefe de gobierno toma en cuenta que la dimisión del primer ministro significa la caída del gobierno todo.

Los actos de Netanyahu “fueron llevados a cabo en medio de conflictos de intereses”.

El propio Netanyahu, cuando era jefe de la oposición, presionó al entonces primer ministro Ehud Olmert a dimitir, cuando estaba bajo investigación por sospecha de corrupción.

Aunque no había siquiera recomendación de imputarlo, una situación mucho menos comprometida que la actual de Netanyahu, en aquel entonces él alegó que el jefe de gobierno en un Estado como Israel con tantos desafíos no puede hallarse en la necesidad de atender los asuntos públicos y también sus problemas legales.

Mientras tanto, se supone que Netanyahu pedirá inmunidad parlamentaria al parlamento (Kneset) y sería tanto el plenario como la Comisión de Asuntos Internos los que deberían tomar una decisión al respecto.

JANA BERIS
Para EL TIEMPO
JERUSALÉN

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