El ‘brexit’ todavía se demorará en concretar
La Unión Europea (UE) respiró el jueves con la victoria de los conservadores de Boris Johnson en el Reino Unido.
Por fin llegaban desde tierras británicas noticias que daban certidumbre. La mayoría absoluta tory hará que el Parlamento británico ratifique el acuerdo de salida alcanzado con la UE.
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El presidente del Consejo Europeo, el belga Charles Michel, pidió a Londres que ratifique ese acuerdo “rápidamente”.
Michel felicitó a Johnson por su victoria, pero advirtió que ahora empieza otra fase del brexit. Michel dijo que la ratificación de la salida permitirá “iniciar con serenidad, tranquilamente pero con determinación, la negociación sobre la fase siguiente”.
Vote Conservative to get Brexit done! 🇬🇧
— Boris Johnson (@BorisJohnson) December 12, 2019
El 31 de enero será probablemente el último día en que el Reino Unido pertenezca formalmente a la UE, pero en la práctica poco cambiará porque se entrará desde el primero de febrero en un periodo transitorio para evitar una salida abrupta.
Los 73 eurodiputados británicos tendrán que abandonar el Parlamento Europeo, y los ministros de Johnson no podrán asistir a las reuniones en Bruselas, pero el Reino Unido, en la práctica, seguirá siendo el equivalente a un país miembro, participando en sus programas, recibiendo sus fondos y pagando su contribución anual.
Ese periodo transitorio durará hasta el 31 de diciembre de 2020, pero nadie en Bruselas cree posible que para esa fecha el Gobierno británico y la Comisión Europea hayan llegado a un acuerdo sobre su relación futura.
Eso hace que el escenario más probable el próximo junio sea el de Londres debatiéndose entre salir de la UE definitivamente sin acuerdos o pedir una extensión para seguir negociando más allá de diciembre de 2020.
La mayoría absoluta de Johnson y su mayor control de su grupo parlamentario después de haberlo purgado de disidentes antes de las elecciones pueden hacer más fácil para el primer ministro británico pedir esa nueva extensión, que podría ir hasta finales de 2022. Los británicos votaron en referendo su salida de la UE el 23 de junio de 2016.
Nadie cree posible negociar la relación futura en 11 meses de 2020. Un acuerdo comercial en principio mucho menos ambicioso, como el firmado con Canadá, solo fue posible tras siete años de negociaciones. El de Colombia y Perú tomó un lustro. El acordado con Mercosur, cuya ratificación es dudosa, duró 20 años. El TTIP con EE. UU. se archivó tras la victoria de Donald Trump.
Además, como en cada paso de las negociaciones del brexit, la lógica negociadora dice que Londres propone pero Bruselas dispone. Y la UE está de acuerdo en que la negociación del futuro pacto tendrá especial cuidado en impedir que el Reino Unido se convierta en un poder competidor a las orillas del continente. Temen, sobre todo, que Londres se dedique a hacer dumping fiscal (atraer empresas con bajos impuestos), en normas laborales o medioambientales.
Europa espera a negociar, a sabiendas de que el gran perjudicado, si no hay acuerdo, será siempre el Reino Unido. Bruselas, como recordaba Charles Michel el viernes, defenderá sobre todo la integridad del mercado interior europeo y hará que Londres se alinee a sus normas.
Idafe Martín Pérez
Para EL TIEMPO
Bruselas