Para Trump es falso nuevo reporte de interferencia electoral de Rusia
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desestimó este viernes como una «farsa» de sus rivales demócratas un reporte de las agencias de inteligencia, divulgado durante una sesión confidencial en el Congreso, de que Rusia está interfiriendo en las elecciones de noviembre.
«Otra campaña de desinformación está siendo lanzada por los demócratas del Congreso diciendo que Rusia me prefiere a mí que a cualquier otro candidato de los demócratas que no hacen nada», dijo Trump en Twitter.
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«¡Farsa número 7!», sentenció, sin explicar a qué hacía referencia el número. Los legisladores demócratas han expresado nuevas preocupaciones después de recibir un informe clasificado del entonces director interino de Inteligencia Nacional, Joseph Maguire, donde el funcionario advirtió supuestamente que Rusia estaba interviniendo nuevamente en las elecciones con la esperanza de ayudar las posibilidades de reelección de Trump.
El diario The New York Times informó que Trump recriminó a Maguire que la reunión tuviera lugar la semana pasada y el jueves el gobierno lo reemplazó en el cargo.
Trump ya había expresado su molestia después de que la comunidad de inteligencia expresó públicamente que Rusia había interferido en las elecciones de 2016
-incluyendo estrategias de manipulación de redes sociales – para respaldar la campaña de Trump frente a su rival demócrata, Hillary Clinton.
No estaba claro si Trump rechazó algún punto específico de las explicaciones al Comité, en la que según los informes, Shelby Pierson, asistente de Maguire, dijo a los legisladores que Rusia se estaba entrometiendo una vez más en las elecciones estadounidenses para favorecer al presidente, quien ya cargaba con acusaciones de injerencia favorable de Moscú en los comicios de 2016.
Pero el presidente estaba molesto por la presencia de Adam Schiff, el legislador demócrata que comandó la investigación que llevó a Trump a ser acusado por abuso de poder y obstrucción a la labor del Congreso en el proceso de juicio político, según The New York Times.
El presidente reprendió a Maguire en una discusión en la Oficina Oval la semana pasada por la «deslealtad» de su personal, informó el Post, frustrando efectivamente sus posibilidades de ser ratificado de forma permanente en el cargo.
Hubo un enojo que fue el «catalizador» para la marginación de Maguire, dijo el Post citando a una fuente no identificada.
Trump fue acusado en diciembre de haber intentado forzar a Ucrania a investigar al que entonces era su principal rival para las elecciones de 2020, el exvicepresidente Joe Biden, para sacar rédito político.
Para ello habría retenido ayuda militar considerada vital para la exrepública soviética en su guerra con Rusia. El congresista demócrata Bennie Thompson dijo que al despedir a Maguire sobre la sesión informativa «el presidente no solo se niega a defenderse de la interferencia extranjera, sino que la está invitando» a concretarse.
210 días para actuar sin permiso del Congreso
La Casa Blanca insistió que el nuevo jefe de la inteligencia estadounidense, Richard Grenell, realizará su trabajo de forma imparcial, ante la indignación de los demócratas que protestaron por el nombramiento de un partidario del presidente Donald
Trump en ese puesto clave.
Grenell, exembajador de Estados Unidos ante Alemania y quien durante su misión irritó al aliado europeo por sus críticas al gobierno local, fue nombrado el miércoles como director interino de inteligencia nacional, en sustitución de Maguire.
Sin experiencia anterior vinculada a temas de inteligencia, desde ese cargo supervisará 17 agencias, entre ellas la CIA, luego de una serie de encontronazos entre
Trump y profesionales del área sobre la injerencia de Rusia en la campaña electoral de 2016 y supuestas intenciones similares de Moscú para las de 2020.
Grenell «está comprometido con un abordaje apolítico, imparcial, como jefe de la Comunidad de Inteligencia, de la que depende nuestra seguridad», dijo el jueves en un comunicado la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Stephanie Grisham.
Comentarista de larga data en los medios y exportavoz de Estados Unidos en Naciones Unidas, Grenell será el primer funcionario abiertamente gay en un gabinete de gobierno en Estados Unidos.
Como salvoconducto para este nombramiento, Trump lo designó como director interino, lo que permite su actuación por 210 días sin necesidad de una venia del Senado.
Se trata de la segunda vez consecutiva que el millonario republicano recurre a esta estrategia para el puesto.
El senador demócrata Ron Wyden acusó a Trump en un comunicado de priorizar la «obediencia» incondicional sobre la «seguridad del pueblo estadounidense».
Grenell ha saludado el surgimiento de populismos de derecha en Europa, y ha elogiado al canciller ultraconservador austríaco Sebastian Kurz, a quien calificó como «una estrella de rock».
El nuevo director también expresó en su momento dudas sobre la injerencia rusa en la campaña electoral de 2016, algo que según las conclusiones de la comunidad de inteligencia ocurrió e incluyó la manipulación de las redes sociales para favorecer a
Trump sobre su rival Hillary Clinton.