Trump pasa de las críticas a las bromas en la cumbre del G20

Después de haber arremetido contra algunos de sus socios comerciales el jueves, el presidente de EE. UU., Donald Trump, demostró este viernes en el G20 su camaradería con controvertidos dirigentes como el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, y los mandatarios de Brasil, Jair Bolsonaro, y Rusia, Vladimir Putin, a quien le hizo una broma muy comentada.

Antes de la tradicional foto de familia del G20, el presidente de EE. UU. subió al estrado junto a Putin, hablando con él y dándole palmadas en la espalda. Poco después, Trump hizo una broma que dio que hablar en momentos en que prosiguen
en EE. UU. las investigaciones parlamentarias sobre los vínculos entre Rusia y la campaña electoral del republicano en las elecciones de 2016.

Nada de injerencias en las elecciones, presidente

Trump y Putin posaban ante los periodistas antes de que se iniciase su reunión bilateral. En medio del bullicio, le preguntaron a Trump si iba a pedirle a su homólogo ruso que no se entrometiese en la próxima campaña presidencial de 2020, a la que ya es candidato a la reelección el estadounidense.

Trump se volvió entonces hacia Putin, con una sonrisa burlona, y le dijo: “Nada de injerencias en las elecciones, presidente”. Luego repitió: “Nada de injerencias”, señalándolo con el índice.

Putin, atento a la traducción, sonrió. Otro video fue difundido más tarde, antes de que entraran los periodistas en el lugar. “Las fake news (noticias falsas): no tienen ese problema en Rusia” declaró Trump, dirigiéndose a Putin. “Sí, sí, tenemos ese problema. Es igual”, respondió el ruso.

El mandatario estadounidense también se mostró muy cordial en Osaka con Bin Salmán, llamado MBS. Trump, durante la foto de familia, habló largamente con el príncipe heredero. Pocos días antes, un informe de una experta de la ONU había implicado al saudí en la muerte del periodista Jamal Khashoggi. Trump y MBS tienen previsto un desayuno de trabajo hoy. Ambos coinciden en ejercer una máxima presión contra Irán, gran rival regional de Arabia Saudí, y enemigo designado por Washington.

El presidente de EE. UU. también tuvo una reunión bilateral con Bolsonaro, en la que se intercambiaron numerosos halagos. “Es alguien realmente especial”, dijo Trump refiriéndose al mandatario brasileño. “Soy uno de sus mayores admiradores desde hace mucho tiempo, incluso antes de su elección”, respondió Bolsonaro, que comparte con el republicano una cierta propensión hacia la provocación, y su escepticismo ante el cambio climático.

Cinco meses después de reconocer al líder opositor Juan Guaidó como presidente de Venezuela, Trump pidió paciencia para derrocar a Nicolás Maduro, al afirmar que “las cosas llevan tiempo”. Los dos líderes evaluaron medidas para cortar “el apoyo financiero de todos los países que ayudan a Venezuela”, según dijo el portavoz de Bolsonaro, Otávio Rego Barros, en rueda de prensa.

Donald Trump y Mohamed bin Salman

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump (c-i), saluda al príncipe heredero de Arabia Saudí (c-d), Mohamed bin Salman, durante una foto de familia de la cumbre de líderes del G20.

Trump también se deshizo en elogios hacia la canciller alemana, Angela Merkel, durante su entrevista a solas, calificándola de “persona y mujer fantástica”. Pero la canciller permaneció impávida. Justo antes de la cumbre, Trump dijo que Alemania era “morosa” en sus pagos a la Otán.

La reunión bilateral más esperada, entre Trump y Xi Jinping, se celebrará hoy. Los dos hombres tratarán de desactivar su conflicto comercial y tecnológico. Además, el presidente de EE. UU. tiene previsto hablar con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan.

Según un funcionario de Washington, que habló bajo anonimato, “Venezuela va a aparecer en la mayoría de las conversaciones que el presidente (Trump) tiene. Eso se debe a que no ha perdido el enfoque en Venezuela”, dijo.

May le pide a Putin poner fin a desestabilización

La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, pidió ayer al presidente de Rusia, Vladimir Putin, que ponga fin a sus “actos de desestabilización que amenazan el Reino Unido y sus aliados”, en una reunión bilateral al margen de la cumbre del G20. En caso contrario, “no podrá haber normalización en las relaciones bilaterales”, advirtió May, según un portavoz de Downing Street.

Ese fue el primer encuentro de los dos dirigentes desde el envenenamiento del exespía ruso Serguéi Skripal, en 2018, en territorio británico.

Por su parte, el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, hizo un llamado al inicio de la cumbre para defender con fuerza el libre comercio y resistir las “tentaciones hacia el proteccionismo” que ponen en riesgo los fundamentos de la paz y prosperidad global.

AFP y Efe

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