El exclusivo barrio de México cercado por captura de hijo del ‘Chapo’

Tiendas y bares de moda, campos de golf, autos de gama alta y otros lujosos bienes fueron escenario, en el exclusivo barrio Tres Ríos, de la balacera que se desató tras la captura y posterior liberación de Ovidio Guzmán, hijo del narcotraficante Joaquín «El Chapo» Guzmán.

Y es que Tres Ríos es uno de los barrios más costosos de México, específicamente de Culiacán, ciudad que lo alberga, en el estado de Sinaloa.

Ahí, se pueden encontrar viviendas cuyos valores exorbitantes contrastan con la pobreza que en otros lugares de México no se ha podido combatir, así como restaurantes de alto perfil y además el Estadio Banorte, que alberga al equipo Los Dorados de Sinaloa, que fue dirigido por el exfutbolista Diego Maradona.

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De hecho, el lugar donde cercaron a Ovidio Guzmán es un exclusivo complejo llamado La Jolla, donde se encuentran ocho lujosas residencias rodeadas de jardines y un spa conocido como Marisma. 

El SPA Marisma fue en algún momento un vivero de la Universidad Autónoma de Sinaloa con vegetación exuberante.

El complejo además está ubicado frente a la Torre Tres Ríos, está estratégicamente ubicado cerca puentes para cruzar los ríos Tamazula, Humaya y Culiacán, por donde «Los Chapos», como se les conoce a los hombres que protegen al Chapo y su familia, dispararon a los efectivos del Gobierno e incendiaron vehículos para evitar que Ovidio fuera transportado al otro lado de la ciudad.

Videos muestran los momentos escalofriantes en que la patrulla de la Secretaría la Defensa Nacional y la Policía Federal, se movilizan en silencio por los lados de La Jolla, para entrar a detener al hijo del ‘Chapo’.

Tres Rios en México

Tres Ríos en Culiacán (México).

Foto:

Reuters

El operativo

El Cartel de Sinaloa bloqueó con éxito los acceso principales de varios puntos de la ciudad.

El secretario de Relaciones Exteriores de México admitió el sábado que el gobierno temía que, de continuar con el operativo, sicarios habrían cobrado la vida de más de 200 civiles. Justo la entrada de un restaurante de mariscos en Tres Ríos, centro del asedio por casi una hora, trabajadores limpiaban sangre seca de los escalones.

«Va a ser difícil abrir de nuevo, pero tenemos que hacerlo», dijo el dueño de un restaurante que se negó a dar su nombre, pero que marcó como una de sus prioridades inmediatas: «barrer los escombros, limpiar todo y pedir ayuda para reparar daños». Mientras los trabajadores evaluaban las pocas ventanas que no habían sido perforadas por ráfaga de balas, el propietario del lugar admitió que tomará tiempo atraer a los clientes de vuelta. «En este momento todos aquí están en estado de pánico, pero Tres Ríos seguirá siendo la mejor parte de Culiacán», puntualizó.

Mientras tanto, trabajadores de un lavado de autos al lado del restaurante se concentraban en reparar aspiradoras de metal rasgadas por los impactos de bala. Al notar que las autoridades iban a capturar a Ovidio Guzmán y extraditarlo a Estados Unidos, pistoleros fuertemente armados erigieron estratégicamente 19 bloqueos por casi cuatro horas, a fin de sembrar terror y evitar que militares y policías se llevaran a el hijo del ‘Chapo’.

«Destruyeron las ventanas de mi habitación. Las paredes están llenas de agujeros de bala», dijo José Manuel Uriarte, cuya casa se encuentra justo debajo de la colina donde hombres armados habían tomado posiciones para disparar contra vehículos militares.

El hombre señalaba con sus dedos las manchas de pintura donde se hacían reparaciones y su colchón quedó cubierto por vidrios rotos, después de los hechos.

Un árbol de aguacate en el exuberante jardín fuera de su habitación fue abierto por los disparos. Uriarte estimó que había encontrado cerca de 500 casquillos de bala en ese sitio.

Mientras narraba los hechos, el hombre se agachó para recoger una ojiva de bala y la entregó como si fuera un recuerdo.

Al igual que otros lugareños se pregunta sobre la posible infiltración del cartel de Sinaloa en la policía local y estatal, pero dijo que no hay duda de que el cartel demostró ser el más fuerte, al menos durante esa tarde violenta.

«Es irritante», dijo, «porque tienes que preguntarte ¿quién está realmente al mando», agregó molesto.

Redacción Internacional

Con información de Reuters

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