En Chile, la violencia cede a las protestas pacíficas
Santiago, la capital chilena, vive la noche del lunes su tercer toque de queda luego de los violentos disturbios que desde el sábado han ocasionado 11 muertos y cuantiosas pérdidas tras numerosos saqueos e incendios de estaciones del sistema subterráneo de transporte y se detonaron por el alza del pasaje del metro.
La imagen de las protestas se repitió en varias ciudades del interior de la nación suramericana, la mayor productora mundial de cobre, famosa por la calidad de sus vinos, por su sólida economía y por ser un resquicio de institucionalidad en una agitada región.
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Las protestas obligaron al presidente Sebastián Piñera a frenar un alza del pasaje del metro, y el Congreso aprobó un proyecto de ley en el mismo sentido. Pero su marcha atrás quedó empañada por el despliegue de soldados en una nación que tiene aún heridas abiertas por la dictadura militar de Augusto Pinochet, que culminó en 1990.
El aumento de los pasajes fue la gota que derramó el vaso y develó las grietas de la sociedad chilena: la desigualdad, la precariedad y mala calidad de los servicios de salud y educación pública, las bajas pensiones y los insuficientes salarios, coinciden analistas.
‘Esto no es una simple protesta por el alza del metro, es un desahogo por los años de opresión que han tenido los más pobres’
“Esto no es una simple protesta por el alza del metro, es un desahogo por los años de opresión que han tenido los más pobres”, dijo Karina Sepúlveda, estudiante de antropología.
El general de división del Ejército chileno Javier Iturriaga, responsable de la seguridad durante el estado de emergencia decretado en Santiago, estableció el lunes el toque de queda en la capital chilena y la región Metropolitana ante la persistencia de los disturbios, aunque con menor intensidad que el sábado.Además de la Metropolitana, se decretó toque de queda nocturno en la región de Valparaíso, la provincia de Concepción, y las ciudades de Antofagasta, La Serena y Coquimbo; Rancagua y Talca y Valdivia.
Piñera dijo que el país libra “una guerra” contra los violentos y mantiene el estado de emergencia, totalmente o en algunas de sus comunas, en 11 de las 16 regiones de Chile: la Región Metropolitana (en la que se ubica Santiago), Tarapacá, Antofagasta, Coquimbo, Valparaíso, Maule, Concepción, Bío Bío, 0’Higgings, Magallanes y Los Ríos.
La Organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex), con sede en Miami, denunció este lunes que las protestas populares que estallaron en Chile el viernes fueron orquestadas desde Venezuela. “Las declaraciones emitidas por el presidente de la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, dejan en evidencia la participación del régimen de Venezuela en las acciones desestabilizadoras en varios países, entre ellos, Perú, Ecuador y Chile”, dice el comunicado.
En igual sentido se pronunció Miguel Ángel Martin Tortabú, presidente del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela en el exilio, quien advirtió que el denominado Foro de São Paulo, el encuentro anual de organizaciones y movimientos de izquierda creado en 1990, “es la maquinaria que utiliza el crimen organizado para desestabilizar la democracia en el hemisferio” y que tras la última edición de este foro, celebrada en julio en Venezuela, se han producido “situaciones fácticas en Perú, Ecuador, Colombia y, ahora, Chile” que han alterado la tranquilidad de dichos países.