¿Cómo se planeó el ataque contra el general iraní Soleimani?
El general iraní Qasem Soleimani acosó a Estados Unidos por más de 20 años; un adversario culpado por la muerte de cientos de soldados estadounidenses en Oriente Próximo. Pero su estatus como la segunda persona más poderosa en Irán lo hizo casi intocable a los ojos de los predecesores del presidente Donald Trump.
La decisión del ataque se hizo realidad luego de la muerte de un contratista estadounidense en un bombardeo el 27 de diciembre por una milicia respaldada por Irán contra una base estadounidense en Irak.
Trump ordenó a algunos de sus ayudantes más importantes comenzar a planear un ataque contra el general iraní, según tres personas familiarizadas con el asunto.
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El estrecho círculo de asesores de seguridad nacional de Trump estuvo disperso por todo el país durante las festividades; el jefe del gabinete en funciones, Mick Mulvaney, estaba en Key West; el asesor de Seguridad Nacional, Robert O’Brien, estaba en California, y el secretario de Estado, Mike Pompeo, estaba en Washington, después de cancelar su viaje a Ucrania y otros países. El vicepresidente Mike Pence estaba en Annapolis, Maryland, para la boda de su hija Charlotte el sábado, y luego en Sanibel, Florida.
El equipo usó líneas de comunicación seguras para discutir el ataque. El jueves, un avión de la flota de la Casa Blanca fue enviado a California para transportar a O’Brien a Palm Beach, a fin de que estuviera con Trump mientras se desarrollaba el ataque. Participó un pequeño número de abogados del Consejo de Seguridad Nacional. El secreto era primordial, ya que los ayudantes temían que una de las decisiones más difíciles y con mayores consecuencias de Trump se filtrara.
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Mientras se planeaba el ataque, Trump realizaba lo que aparentemente eran sus actividades normales de vacaciones. Visitó su campo de golf de Mar-a-Lago todos los días desde Navidad. Pero el martes, el día en que los manifestantes irrumpieron en la embajada estadounidense en Bagdad, estuvo allí solo 50 minutos. Después de abandonar el campo, atacó a los medios de comunicación por lo que dijo eran informes de que estaba jugando al golf durante el asedio de la embajada, escribiendo en Twitter que tenía reuniones “en varios lugares, mientras seguía de cerca la situación de la embajada”.
BLOOMBERG