Juan Guaidó busca renovar su mandato en Venezuela

Todo indica que la ofensiva contra la Asamblea Nacional de Venezuela (AN), especialmente durante el último mes del 2019, no le permitirá al régimen de Nicolás Maduro alcanzar su objetivo este domingo.

El líder opositor Juan Guaidó aún tiene el apoyo que necesita para su reelección como presidente del Parlamento durante el nuevo año legislativo, que será el último de la legislatura actual, de mayoría opositora.

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Mantenerse en ese cargo es lo que necesita Guaidó para seguir siendo, por un año más –que espera sea el decisivo–, el presidente encargado de Venezuela, de acuerdo con el artículo 233 constitucional, el mismo que invocó el 23 de enero del 2019 en su proclamación en Caracas.

Su triunfo, en la votación que se realizará este domingo en el hemiciclo de sesiones de la Asamblea Nacional, parece seguro. “Tenemos mucho más de lo necesario para la reelección en la presidencia de la AN y la presidencia interina”, aseguró Guaidó en entrevista con el diario ABC, de España. Sus cálculos se basan en un precedente, una suerte de ensayo que hubo en el Parlamento el 17 de diciembre.

Se necesita claridad, responsabilidad y honestidad. El país no necesita ilusiones ni promesas, necesita que se le hable con transparencia y se le presenten los escenarios

Ese día, 93 diputados, de los 167 que conforman la AN, alzaron sus manos en favor de una reforma de su reglamento interno, para permitir el voto virtual de los diputados en el exilio.

Entre principales y suplentes, la cifra de parlamentarios exilados asciende a 27, de acuerdo con datos de la organización local Acceso a la Justicia.

Aun sin ellos, los votos de esos 93 diputados que aprobaron la modificación serían suficientes para garantizar la reelección de Guaidó. De acuerdo con el mencionado reglamento, hoy el líder opositor necesita la mitad más uno de los votos de los asistentes, lo que equivale a 84 parlamentarios.

La merma de votos, sin embargo, ha sido significativa, y había razones en la principal coalición opositora para preocuparse. Además de los exiliados, entre enjuiciados, inhabilitados, suspendidos y encarcelados, han visto vaciarse en cuatro años los 112 escaños con los que se garantizó, en las elecciones legislativas de diciembre del 2015, la mayoría calificada del Parlamento. A la persecución política se suman las divisiones internas de la fracción opositora y, más recientemente, la ‘compra’ de diputados por parte del oficialismo.

No obstante, la bancada de la principal fuerza opositora, encabezada por Guaidó, sigue superando a la de los oficialistas. De los 55 diputados chavistas que ganaron en las elecciones del 2015, solo 38 se reintegraron al Parlamento a finales de septiembre del 2019, después de haberse ausentado desde las cuestionadas elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), en julio del 2017. Varios de los diputados oficialistas integran, a su vez, esta instancia paralela a la AN, a la que se le concedieron facultades plenipotenciarias.

Y no es el único órgano que los apoya. El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), designado por la oficialista ANC, se ha convertido en el instrumento del régimen para la ejecución del “plan perfecto” de disolución de la AN, según denunciaron los profesores de las cátedras de Derecho Constitucional de la Universidad Central de Venezuela (UCV), en un pronunciamiento conjunto, el 31 de diciembre del 2019.

Como parte de ese plan, la docena de reconocidos docentes recordó que el 19 de diciembre, la Sala Constitucional del TSJ aprobó una sentencia en la que declaró la nulidad absoluta y carencia de efectos jurídicos de la reforma del reglamento interno de la AN, que se había aprobado dos días antes, con los 93 votos.

Asamblea de Venezuela

Asamblea de Venezuela. Único órgano bajo control de la oposición en ese país.

Ahora la duda ya no se centra en si Guaidó cuenta o no con el apoyo de los diputados, sino en lo que pudiera intentar el régimen para impedir una reelección que parece segura. Guaidó, sin embargo, se muestra confiado. “Sabemos que van a intentar arrebatar nuestras facultades, como lo han venido haciendo desde 2015, cuando ganamos las legislativas. Vamos a avanzar. Tenemos la mayoría absoluta y la vamos a ejercer a plenitud”, declaró a ABC.

Incertidumbre

Lo que suceda este domingo, sin embargo, será apenas un primer obstáculo por superar para la oposición. Tras un 2019 en el que no se alcanzaron los objetivos planteados por Guaidó, con la que parecía una ruta sencilla: cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres; quienes rechazan a Maduro afrontan el 2020 debilitados. Y, así, se enfrentarán al chavismo en elecciones parlamentarias al final de este año.

El presidente de la firma Datanálisis, Luis Vicente León, publicó en su cuenta de Twitter que la convocatoria a estos comicios, “sin acuerdo con la oposición”, era “inevitable”. Y alertó: “Generará fracturas en la oposición, abstención, toma de la AN por parte del chavismo, pero sin reconocimiento ni legitimidad internacional”.

Según datos del más reciente estudio de esta firma, divulgado la semana pasada, 61,8 por ciento de los encuestados valoran negativamente la actuación del Poder Legislativo por el bienestar del país.

Y hay más. Según el estudio, 51,8 por ciento de la población se describe como independiente, mientras que 34,5 por ciento dice ser opositor y apenas 12,3 por ciento dice ser chavista. De estos independientes, sin embargo, 24,9 por ciento podrían inclinarse hacia la oposición, mientras que apenas 6 por ciento podrían apoyar al oficialismo.

A juicio de la politóloga María Puerta Riera, Guaidó tiene un gran reto por delante: definir un discurso que refleje a la mayoría del país. “Se necesita claridad, responsabilidad y honestidad. El país no necesita ilusiones ni promesas, necesita que se le hable con transparencia y se le presenten los escenarios: una transición negociada o el recrudecimiento del autoritarismo militar”, dijo la especialista a EL TIEMPO.

No obstante, en su conversación con ABC de España, Guaidó descartó la posibilidad de diálogo con el régimen de Maduro y manifestó estar dispuesto a conversar “solo sobre las condiciones de elecciones presidenciales sin Maduro en el poder”. Insistió, en cambio, en su hoja de ruta de tres pasos; y se mostró confiado en una pronta caída de Maduro.

ANDREINA ITRIAGO
Corresponsal de EL TIEMPO
Caracas

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