Así es el buque hospital que ayuda a Nueva York en crisis sanitaria

En medio de su lucha contra el nuevo coronavirus, Nueva York recibió el lunes un buque hospital militar. El USNS Comfort ha recorrido el mundo en misiones humanitarias y ahora dispone su equipo y sus instalaciones para ayudar al Estado que se convirtió en el epicentro del virus en EE. UU.

Le contamos su historia y cómo está equipado este enorme buque de la armada estadounidense.

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La historia del buque

El enorme buque es un antiguo carguero de petróleo que ha viajado por todo el mundo en campañas militares y crisis humanitarias durante cuatro décadas.

Estuvo por última vez en Nueva York para brindar apoyo en los ataques terroristas del 11 de septiembre, pero sus instalaciones se mantienen impecables a pesar del tiempo.

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Su misión

El buque está atracado en Nueva York con la misión de aliviar la carga de los hospitales en el epicentro de la pandemia de covid-19 en el país.

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Según explica el contraalmirante del US Comfort, John Mustin, “el objetivo del buque es liberar la presión que sufren el resto de hospitales de Nueva York recibiendo a pacientes no afectados por el virus».

Buque hospital

El buque tiene un personal de 1.200 empleados para ayudar en el cuidado de los pacientes.

Foto:

Bloomberg

Los equipos

El buque-hospital Comfort de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos cuenta con cientos de literas plegables con bombas de oxígeno líquido, una gran unidad de cuidados intensivos, salas de radiología y una farmacia repleta de medicamentos.

Este hospital tiene un millar de camas, 12 quirófanos y 1.200 profesionales a bordo.

Sus salas

En las salas donde los médicos realizarán sus guardias se observan, ordenadamente dispuestas, cientos y cientos de literas con camas plegables a dos niveles, arriba y abajo, equipadas con bombas de oxígeno líquido y aparatos para las constantes vitales, así como muebles funcionales a su alrededor que contienen material de protección y de trabajo, desde guantes de látex hasta tubos de muestra.

Cruzando una puerta con el letrero de unidad de cuidados intensivos (UCI) esperan todavía más camas, en este caso parecidas a las que se suele ver en los hospitales y que se componen de colchones reclinables y con ruedas para desplazarlos fácilmente, que se han dispuesto muy cerca los unos de los otros, operativos para aquellas personas enfermas de mayor gravedad.

También hay una sala de radiología con avanzados aparatos médicos que se controlan a través de ordenadores; y hasta una farmacia, con su ventanilla, dentro de la que hay pasillos con cientos de medicamentos clasificados en estanterías y un cubículo aséptico para manejar muestras.

EFE

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