Presidente de Filipinas ordena matar a quienes violen cuarentena

El polémico presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, dijo que la fuerza pública de su país debía «disparar a matar» a quienes violen la cuarentena que impuso en los últimos días, debido a la expansión del nuevo coronavirus. Este anuncio generó fuertes críticas y un gran temor en el país asiático, que ve cómo se tambalea su economía debido al aislamiento.

El anuncio lo hizo justo el mismo día en el que decenas de personas del barrio San Roque, en Manila, la capital del país asiático, salieron a protestar. Los manifestantes salieron a las calles sin permiso de la policía a pedir ayuda estatal debido a las precarias condiciones en las que se encuentran.

«No dudo. Mis órdenes son para la policía y el ejército, si hay problemas o surge una situación en que la gente pelea y sus vidas están en peligro, disparen a matar», afirmó Duterte en un discurso televisado.

 «Muerto. A cambio de causar problemas, te enviaré a la tumba», amenazó Duterte

El Congreso de Filipinas le otorgó «poderes especiales» al mandatario para luchar contra la rápida expansión de la pandemia. Esta decisión incluyó un aprovisionamiento de 200.000 millones de pesos (4.000 millones de dólares) para repartir entre 18 millones de hogares desfavorecidos del país, donde el 16 % de la población vive bajo el umbral de la pobreza.

Sin embargo, la ayuda está bloqueada, pues el gobierno todavía elabora «una base de datos consolidada» de los beneficiarios.

Las estrictas restricciones que se están aplicando durante la cuarentena en ese país han trastornado la economía. Millones de personas que subsisten con el dinero que hacen trabajando a diario en los barrios más pobres de la capital no encuentran cómo ganarse la vida. «Solo esperen la entrega incluso si se retrasa, llegará y no pasarán hambre. No morirán de hambre», señaló Duterte.

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Ademas, el mandatario filipino hizo fuertes declaraciones en contra de los grupos de izquierda, a los que acusó de instigar la protesta: «Izquierdistas, ustedes no son el gobierno. No anden por ahí causando problemas y disturbios porque ordenaré su detención hasta que finalice el brote».

Distintas organizaciones estudiantiles y defensoras de los derechos humanos han manifestado su desacuerdo con el mandatario. 

«Estamos seriamente alarmados por las palabras del presidente, que se traducirán en formas peores y más brutales de violaciones de los derechos humanos, represión y violencia estatal en los próximos días», lamentó la organización de derechos humanos Karapatan.

Por su parte, el grupo estudiantil Cegp señaló que «no se puede esperar que la gente permanezca en silencio si sus estómagos se revuelven» y advirtió al gobierno que «no deben aferrarse a planes fascistas y militaristas contra una nación azotada por el hambre».

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*Con información de EFE

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