Lo de Venezuela y el covid-19 es ‘una bomba de tiempo’

Un sistema salud ya de por si colapsado y la falta de transparencia del gobierno de Nicolás Maduro frente a los efectos reales del coronavirus en Venezuela estarían provocando una crisis sanitaria de enormes proporciones en este país, que amenaza con propagarse por toda la región.

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Eso dice un reporte que será entregado este martes por la ONG estadounidense Human Rights Watch y los Centros de Salud Pública y Derechos Humanos y de Salud Humanitaria de la Universidad Johns Hopkins, y que EL TIEMPO conoció en adelanto.

El informe está basado en una serie de entrevistas a profesionales de la salud y otros expertos que se realizó a finales del año pasado y entre marzo y mayo del presente.
De acuerdo con José Miguel Vivanco, director para las Américas en HRW, “lo de Venezuela es una bomba de tiempo que está a punto de estallar”.

Según el reporte al 22 de mayo, en el país había 882 casos confirmados de covid-19 y 10 muertos. Pero resalta que “la cifra real es seguramente mucho mayor debido a la escasa disponibilidad de pruebas confiables, la total falta de transparencia y la persecución contra profesionales de la salud y periodistas que cuestionan la versión oficial”.

La imposibilidad de Venezuela para hacer frente a la pandemia de Covid-19 podría provocar que mas personas intenten irse del país

HRW y John Hopkins sostienen que el hacinamiento en zonas populares y cárceles así como los problemas generalizados para acceder al agua en hospitales y hogares son caldo de cultivo perfecto para la rápida propagación del virus.

Si bien el reporte sostiene que muchos venezolanos han regresado al país antes las paupérrimas condiciones en las que se encuentran, “el éxodo continúa”, lo que supone un riesgo para los países vecinos que ya de por sí enfrentan emergencias sanitarias.

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“La imposibilidad de Venezuela para hacer frente a la pandemia de Covid-19 podría provocar que mas personas intenten irse del país. Esto desbordaría aún más los sistemas de salud de los países vecinos, poniendo en peligro más ampliamente la salud en la región”, afirmó la doctora Kathleen Page, médica y profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins y los Centros Johns Hopkins.

El reporte dice que la tasa de mortalidad en Venezuela del covid-19 es incierto y es probable que varíe según la edad, los problemas de salud preexistentes y la disponibilidad de tratamiento. Pero es muy factible, sostienen, que termine siendo mucho más alta que la del promedio “ya que no hay capacidad para brindar atención de alta complejidad debido a la falta de equipos básicos para radiografías, análisis de laboratorio, camas de terapia intensiva y respiradores”.

Lo de Venezuela es una bomba de tiempo que está a punto de estallar

Venezolanos retornarán a su país

El informe de HRW y la universidad Johns Hopkins advierte que la ola migratorio podría colapsar los sistemas hospitalarios.

Foto:

Juan Pablo Rueda Bustamante / El Tiempo

A su vez, por la falta de acceso al agua, los proveedores sanitarios no pueden lavarse las manos, lo cual es crucial para contener la propagación, y la a escasez de combustible hace más difícil que los profesionales de la salud y los pacientes se acerquen hasta los hospitales, y que los alimentos lleguen a quienes los necesitan.

En el informe se afirma que aún antes de la irrupción del coronavirus el sistema de salud se encontraba ya en un estado crítico ante la escasez de medicamentos, la interrupción de servicios públicos a centros de salud y la emigración de trabajadores sanitarios a otros países.

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Venezuela, de hecho, está entre los últimos lugares del Índice de Seguridad Sanitaria Global de 2019 (posición 180 de 195 países), ubicándose así entre los menos preparados para mitigar la propagación de una epidemia.

“Los profesionales médicos y de enfermería entrevistados dijeron que prácticamente no hay jabón ni desinfectante en sus cliínicas y hospitales. Es común que los cortes de agua afecten a los hospitales de Caracas. En algunos, en zonas remotas, los cortes de agua han durado semanas e, incluso, meses. Los pacientes y el personal de la salud se ven obligados a llevar su propia agua para consumo, para lavarse las manos antes y después de procedimientos médicos, para limpiar insumos quirúrgicos y, a veces, para descargar los inodoros”, dice el reporte.

Para que la ayuda llegue efectivamente al pueblo venezolano, la máxima responsabilidad recae en las autoridades que responden a Maduro

Según HRW y John Hopkins, la conclusión principal de su investigación es que el sistema de salud venezolano es particularmente precario y no tiene las condiciones para lidiar con la covid-19.

En el reporte los expertos mencionan que las autoridades han adoptado algunas medidas para intentar responder a la pandemia, entre ellas una cuarentena nacional. Pero afirman que esta se ha prestado para que aumenten los abusos contra la población de las fuerzas de seguridad.

Advierten, además, que la negativa de Maduro a publicar datos epidemiológicos y la persecución de periodistas y profesionales de la salud que denuncian las precarias condiciones debilitan significativamente su capacidad de respuesta ante la pandemia. Por el contrario, sostienen, el régimen lo que hace es seguir responsabilizando a EE. UU. por la crisis humanitaria que se vive en el país.

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HRW y John Hopkins dicen que Antonio Guterres, secretario general de la ONU y el coordinador del socorro de emergencia de la ONU, Mark Lowcock, deben asumir el liderazgo frente a la situación mientras que el Grupo de Lima, el gobierno de EE.UU. y la Unión Europea deben ejercer presión sobre las autoridades venezolanas que responden a Maduro para que permitan de inmediato la llegada de una respuesta humanitaria a gran escala liderada por la ONU y orientada a prevenir una propagación catastrófica de la covid-19 en el país y la región.

“Para que la ayuda llegue efectivamente al pueblo venezolano, la máxima responsabilidad recae en las autoridades que responden a Maduro, por ello hay que presionarlas para que le garanticen pleno acceso al Programa Mundial de Alimentos y permitan que los actores humanitarios y médicos puedan trabajar sin temor a represalias”, afirma José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW.

En el reporte, los autores le piden a Washington asegurar que las sanciones que viene aplicando a Venezuela no van a conducir a un agravamiento de la crisis ni obstaculizarán los esfuerzos humanitarios. Para el resto de países el mensaje de HRW y John Hopkins es que “despoliticen” la ayuda que se le ofrece a Venezuela y se concentren en el bienestar de la población.

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SERGIO GÓMEZ MASERI
CORRESPONSAL DE EL TIEMPO
WASHINGTON

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