23 de Enero, el territorio en Caracas donde estaría ‘Santrich’
El exjefe de las Farc alias Jesús Santrich estaría refugiado en una parroquia al oeste de Caracas llamada 23 de Enero.
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Según Iván Simonovis, comisionado especial de Seguridad e Inteligencia del líder opositor Juan Guaidó –reconocido como presidente encargado de Venezuela por 50 países–, ‘Santrich’ estaría en uno de los más de 50 grandes edificios –denominados bloques– que caracterizan a este sector de clase media baja.
Específicamente, dijo Simonovis, estaría en el número 28, a menos de dos kilómetros del denominado Cuartel de la Montaña, donde reposan los restos del expresidente Hugo Chávez, y muy cerca de la plaza Manuel Marulanda, inaugurada a finales de 2008 como homenaje al fallecido líder de las Farc.
‘Santrich’ estaría, además, cerca del palacio de Miraflores, sede de Gobierno. Y lo habría estado, según fuentes conocedoras, por al menos siete meses. Pero el 23 de Enero es uno de esos territorios en los que la autoridad no la ejerce el Estado sino organizaciones criminales.
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Controlan el territorio, ejercen labores de policía (…), operan allí economías criminales, generan terror en la población, mecanismos de intimidación
Su control, según explicó a EL TIEMPO Inti Rodríguez, miembro de la ONG venezolana Provea, se lo dividen al menos cuatro grandes “colectivos” chavistas o grupos paramilitares, de los que dependen grupos menores que controlan porciones de territorio más pequeñas. “Controlan el territorio, ejercen labores de policía (…), operan allí economías criminales, generan terror en la población, mecanismos de intimidación”, dijo Rodríguez
“Estamos hablando de una zona llena de un poderío armamentístico relevante para el país. Es una zona de resguardo para estos actores criminales”, agregó, también en conversación con este diario, Javier Tarazona, director general de Fundaredes, una organización que ha denunciado la presencia y operaciones de las guerrillas colombianas en Venezuela.
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Entre otras cosas, han dicho que muchas de las más de 228.000 armas en condición de solicitadas (perdidas de los arsenales de las FF. AA.) son manejadas por estos colectivos, que –reiteró Tarazona– “actúan con los cabecillas de las Farc y el Eln”.
El colectivo denominado La Piedrita es el que, según Simonovis, tendría la custodia de ‘Santrich’. Que sea este, en su territorio, el que tenga semejante misión, no es casualidad. De todos, sería el que tiene un mayor nexo ideológico con el régimen y las Farc.
“Tienen un dispositivo de seguridad para identificar quién entra y quién sale de la zona que ellos controlan”, refirió Rodríguez, al dar detalles de la actuación de este grupo particular en el 23 de Enero.
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La Piedrita nació de las divisiones de otros grandes colectivos a finales del siglo pasado, pero cobró mayor protagonismo durante el chavismo, cuando se atribuyeron importantes ataques a medios independientes de comunicación y a sedes de partidos políticos opositores.
El grupo se ha organizado en torno a la misma figura desde mediados de los 90. Se trata de Valentín Santana, un hombre supuestamente buscado, con tres órdenes de captura –dos por homicidio–, que ha demostrado ser cercano a importantes funcionarios del chavismo.
Según se supo por los cables de WikiLeaks, en 2009, Santana fue recomendado por la embajada de Estados Unidos en Venezuela al Departamento de Estado para ser incluido en el programa de Visas Viper, que concentra a los considerados “terroristas” por Washington.
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Desde julio de 2019, Fundaredes ha documentado actuaciones del Eln y las Farc en la capital venezolana, que no se limita al 23 de Enero, bajo la custodia de La Piedrita, sino que, según Tarazona, se extiende a otros espacios como el hotel Alba Caracas –otrora Hilton– y una urbanización llamada La Tinaja.
Y mientras organizaciones como estas y la oposición han insistido en que el chavismo ha resguardado a los cabecillas de las guerrillas colombianas, y que han tenido a estas como un brazo armado en defensa de la revolución, el régimen lo niega.
En esta oportunidad, el canciller Jorge Arreaza dijo que el gobierno de Iván Duque había recurrido a un “engaño mediático” para desviar la atención puesta sobre la frustrada operación Gedeón. “Vieja táctica distractiva: un disco rayado, falso e inútil”, insistió.
ANDREÍNA ITRIAGO
CORRESPONSAL DE EL TIEMPO
CARACAS