Socialistas ganan en España, pero la extrema derecha sigue repuntando
El presidente en funciones de España Pedro Sánchez, del Partido Socialista Obrero Español (Psoe), obtuvo la mayor votación en las elecciones generales, que se celebraron ayer en España. Pero aunque contará con 120 diputados en el Congreso, queda lejos de los 176 que necesita para llegar a la mayoría requerida para gobernar el país.
La nota predominante de los resultados electorales la dio el partido Vox, de extrema derecha, que superó por más del doble el resultado que había obtenido en las elecciones pasadas, celebradas el 28 de abril de este año.
Esta agrupación política emergente no tenía representación institucional hace once meses y ahora llegó a los 52 escaños. Encabezada por Santiago Abascal, se convirtió en la tercera fuerza.
La segunda votación le correspondió a Pablo Casado, líder del Partido Popular (PP, de derecha), al conseguir 88 escaños, 21 más que la vez pasada. “Somos el único partido de centroderecha que puede liderar este país”, dijo en su discurso después de conocer los resultados.
El cuarto lugar lo ocupó Unidas Podemos (de extrema izquierda), encabezado por Pablo Iglesias, que llegó a los 35 diputados, 7 menos que en abril.
Sorprendió el descenso de Ciudadanos, que perdió 47 escaños y más de 3 millones de votos. Las encuestas habían previsto que este partido de centroderecha liderado por Albert Rivera bajaría, pero no se esperaba que la caída fuera tan pronunciada: apenas alcanzó 10 diputados.
“Es un mal resultado, sin paliativos ni excusas”, aceptó Rivera, quien convocó un congreso extraordinario para hoy a primera hora tras el hundimiento electoral.
Estas elecciones se realizaron en medio del agudo problema de Cataluña, donde la jornada transcurrió en calma, y los resultados reflejan la situación.
El partido más duro en la campaña electoral contra el independentismo fue Vox, que se vio recompensado por los votos de los electores más críticos con las ambiciones de los partidos regionales que apoyan la secesión de España.
Vox les habría arrebatado votos a las fuerzas políticas de derecha, centroderecha e incluso centroizquierda al calificarlas de incapaces de dar una solución al pulso catalán.
En un discurso triunfalista, Abascal les aseguró a sus votantes haber sido “protagonistas de la mayor gesta política, más fulgurante y rápida de la historia de la democracia en España”.
Por su parte, Sánchez señaló: “Hemos ganado las elecciones, pero nuestro plan no es seguir ganándolas; es formar un gobierno estable y hacer política”.
Durante las próximas semanas, los partidos negociarán con el fin de sumar los 176 diputados que marcan la mayoría. “Me gustaría hacer una llamada al resto de partidos políticos porque tienen que actuar con generosidad y responsabilidad para desbloquear la situación política en España”, aseguró Sánchez.
Sin embargo, descartó a “aquellos que se excluyen de la convivencia y siembran el discurso del odio y la antidemocracia”.
Es previsible que el Psoe se alíe con Unidas Podemos y otros grupos minoritarios de izquierda. Sin embargo, es posible que no alcance el número necesario, de manera que entrarían en el juego partidos regionalistas.
El PP, por su parte, establecería una alianza con Vox y seguramente con Ciudadanos. Tampoco llegaría a la mayoría y tendría que extender la mano a otras agrupaciones.
Lo cierto es que tendrán que explorar todas las posibilidades, porque los ciudadanos españoles no aceptarían de nuevo que no se forme gobierno y se repitan las elecciones.
JUANITA SAMPER OSPINA
Corresponsal de EL TIEMPO
Madrid