Dejan libre a un hombre que le prendió fuego a una perrita pitbull

Lala es una perrita pitbull de menos de una año que cuidaba en la central de abastos de Ciudad de México. En marzo del 2019, un hombre se le acercó, mientras nadie observaba al animal, le roció disolvente y le prendió fuego. El sujeto fue identificado como Fidel Alcántara y posteriormente capturado por las autoridades, gracias a la denuncia realizada por la ONG de protección animal, Mundo Patitas.

Sin embargo, este 31 de diciembre a las ocho de la noche, mientras todos preparaban su celebración de Año Nuevo, una jueza del Tribunal Superior de Justicia de la capital mejicana decidió dejar en libertad al agresor.

Alcántara era la primera persona capturada en la historia de México por este delito. Durante su juicio, el agresor confesó que lo hizo porque no soportaba que la perra le ladrara cuando lo veía en la central de abastos. Pese a esta declaración, su abogado logró convencer al juez de que su defendido no era un peligro para la sociedad y que el delito del que se le culpaba era algo menor.

Tras la confesión de Alcántara y la exposición de su defensa, se le solicitó a la jueza que le otorgara al agresor la medida de prisión domiciliaria. Esta medida fue impugnada por Norma Huerta, presidenta de Mundo Patitas y quien instauró la demanda en primer lugar.

Huerta aludía que el agresor era un adicto a las drogas y sí representaba un peligro para la sociedad, además, dada la crueldad del hecho, no podía ser considerado por la justicia como un delito menor.

Sin embargo, pese a los argumentos del ente acusador, la jueza -basándose en la ley del Nuevo Sistema Penal Acusatorio y en el Código Penal, dio el benecio al agresor de recuperar su libertad, bajo las medidas cautelares de una firma periódica, rehabilitarse contra las adiciones, no acercarse al animal, ni a Huerta, encargarse de los gastos médicos de Lala y contribuir con la Agencia de Gestión Animal al bienestar de los
canes.

Tras esta sentencia, Alcántara aseguro que «estaba muy arrepentido de lo que hizo, y prometió dejar el alcohol y las drogas, y jamás volver a lastimar a un ser vivo.»

Afortunadamente, Lala -con ayuda de la gestión de Mundo Patitas- ya consiguió una nueva familia que le está ayudando a sobrellevar el trauma que le dejó marcas irreversibles en todo su cuerpo.

ELTIEMPO.COM

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