El duro tiempo que se viene para el Reino Unido fuera de la UE
Al marcar las 11 de la noche, hora londinense, el primer ministro británico, Boris Johnson, declarará tarea cumplida el brexit, como se ha dado en llamar la salida Reino Unido de la Unión Europea, del que fue miembro fundamental por 47 años.
Pero, lejos de estar completo el proceso, se inicia un periodo de transición de once meses de negociaciones que expertos vislumbran como complejo y tenso, antes de que se declare el ‘divorcio’ definitivo el 31 de diciembre del 2020.
Desde que el brexit fue aprobado hace casi cuatro años, la puja política entre los que preferían mantenerse en el bloque europeo y quienes abogaban por que el país quedara libre de la órbita de Bruselas provocaron la más la más grave crisis constitucional que ha vivido el Reino Unido desde la Segunda Guerra Mundial.
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Además, les costó el cargo a dos gobernantes conservadores, David Cameron, quien llamó al referéndum inicial que aprobó la salida en junio del 2016, y Theresa May, quien encabezó los primeros tres años de negociación, pero sufrió sendos reveses que la obligaron a renunciar a mediados del 2019 y pasar la batuta al actual primer ministro.
“El divorcio está sobre la mesa, ahora toca ver las condiciones de la separación”, aseguró, en entrevista a EL TIEMPO, Stephen Bellas, académico e investigador británico de la Escuela de Negocios de London South Bank University, experto en el brexit, para quien el período que se avecina será complicado para los británicos. “Hay quienes vociferan, incluyendo al propio primer ministro, que el Reino Unido va a salir ganando, pero ya aislado de Europa, es muy probable, que a la larga, el país salga perdiendo”, comentó el académico.
¿Qué es lo más difícil a lo que se enfrentarán los británicos de aquí al 31 de diciembre?
Se vienen tiempos duros. Por un lado, la Unión Europea intentará salvaguardar el mercado único y no puede admitir que el Reino Unido tenga unas condiciones ventajosas en detrimento del comercio comunitario. Johnson podría negarse a obedecer las normas y los dictámenes del Tribunal de Justicia Europeo. Eso puede ser complicado.
No todos los integrantes del Reino Unido están contentos con el brexit. ¿Está comprometida la integridad de la nación?
Allí se viene un proceso muy peligroso. Creo que Escocia podría acabar separándose del Reino Unido. Se vislumbra que Escocia pelee por un segundo referéndum de la independencia, alimentados por el hecho de que los escoceses votaron a favor de permanecer en la UE. También podríamos asistir a la unificación entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda. Todo depende de cómo lo maneje Johnson.
¿Qué puntos de la negociación podrían generar más problemas entre Londres y Bruselas?
Johnson quiere tener control y jurisdicción sobre su zona pesquera, mientras que la UE necesita acceso a dichas áreas de pesca. En Bruselas se ha insinuado que el acuerdo sobre la pesca se ligará a otros convenios; por ejemplo, el que se negociará en el ámbito de los servicios financieros de la City (centro financiero londinense). Si el Reino Unido piensa que puede picotear y elegir sus acuerdos a la carta, creo que va a tenerlo bastante complicado. En el bloque europeo ya están concretando su postura consensuada para iniciar las negociaciones como un conjunto unido, listo para defender sus intereses comunes.
¿Es cierto que la economía británica podría verse golpeada con la separación de la UE?
Se prevé un repunte económico leve, como consecuencia de la parcial certidumbre de la retirada inminente de la UE, pero en cuanto empiecen a complicarse las negociaciones podríamos comenzar a ver otra fase de desaceleración de la economía británica.
¿Hay voces desde Bruselas que ya piden una prórroga en las negociaciones más allá del 31 de diciembre?
Es muy probable que Johnson se vea obligado a pedir otra prórroga. Creo que no le quedará otra, porque es muy corto el tiempo estipulado de once meses para concretar un acuerdo comercial de tanta envergadura.
¿Qué ventajas tendría el Reino Unido fuera de la UE?
En lo político, el Reino Unido sigue siendo una potencia en materia defensiva, siendo miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU. Ahora, también cuenta en lo comercial con una fortaleza para alcanzar acuerdos bilaterales de comercio con otros países fuera de la UE. Lo hemos visto esta semana, con la decisión de conceder permiso a Huawei para instalar en el Reino Unido la tecnología 5G, contradiciendo la presión ejercida por el gobierno de Donald Trump.
¿Cómo quedará el tema de la inmigración europea, uno de los detonantes del brexit?
Aún no se sabe cómo va a discriminar el Gobierno entre los ciudadanos de la UE y los de fuera si imponen un sistema de cuotas, como se ha discutido para las visas. Un acuerdo preferente con el bloque europeo podría verse afectado si el Reino Unido opta por decir a los trabajadores de la UE que ‘se abstengan’, por el mero hecho de ser europeos.
MARÍA VICTORIA CRISTANCHO
Para EL TIEMPO
Londres
En Twitter: @mavicristancho