La reapertura de Miami, gran controversia política y comunitaria
La tan esperada orden de reabrir oficinas públicas, restaurantes, playas, parques, parqueaderos y trabajos en Miami Dade, incluido el fastuoso veraneadero de Miami Beach, ha cobrado primer plano en la prensa local y es una discusión de nunca acabar entre familias, gremios empresariales y voceros gubernamentales.
En Miami Beach, el llamado del presidente Trump de que los americanos tienen que comenzar a producir pronto, lo tomó como bandera el comisionado Ricky Arriola, de origen cubano, director de finanzas de la ciudad.
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El alcalde, Dan Gelber, manifestó de inmediato su concepto negativo y por ello el comisionado y el alcalde local terminaron enfrentados públicamente. Arriola le gritó a Gelber “usted es un alcalde dictador”.
Gelbert se defendió de inmediato: “Ahora cuando vivimos en los días críticos de la pandemia de la covid-19 no puedo ser tan irresponsable como para jugar con la vida de los millones de residentes de la ciudad, máxime si todo el mundo sabe que con el acatamiento de las recomendaciones mínimas de distanciamiento social se evita la propagación del terrible virus. Así no tendremos más infectados, ni un muerto más”.
El debate en estas últimas horas lo protagonizó también el alcalde de Miami Dade o Gran Miami, Carlos Jiménez, en una entrevista que sostuvo con asociaciones de empresarios, hoteleros y de turismo.
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“El coronavirus golpea a todo el mundo, forzándonos a cerrar los negocios no esenciales y el sector hotelero y turístico. No fue intencional, pero tuvimos que hacerlo”, le explicó a su audiencia.
Los empresarios le replicaron, casi al unísono: “Señor alcalde, es urgente que se normalice la vida en Miami porque aquí todo va en picada para el suelo. Hay mucha gente desempleada, muchos padres de familia sin con que llevar algo para su casa. La gente está cansada, alcalde. Quieren rehacer su vida”.
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Miami, entretanto, continúa lidiando en sus hospitales y clínicas con la tragedia sembrada por la pandemia: hoy se tratan 28.832 personas contagiadas de coronavirus y otras 960 se cuentan como sus víctimas fatales, entre ellos, policías, médicos y ciudadanos del común.
En los sitios web de las alcaldías locales se pide plasma y en los centros médicos sus directores claman al gobierno para que les entreguen suficientes kits de pruebas de coronavirus.
Coronavirus politizado
Aparte de los empresarios, un 76 por ciento de los electores de la Florida respaldan las posiciones asumidas por los alcaldes Dan Gelber y Jiménez. Critican, en cambio, al Gobernador Raúl De Santis, quien, al igual que el presidente Trump y el comisionado Arriola, alientan un movimiento nacionalista creado con el exclusivo fin de presionar en las ciudades principales el reinicio de actividades y evitar así los devastadores efectos de una gran recesión.
A nivel comunitario, en Miami y el resto de la Florida piden que todo se haga en adelante, siguiendo estrictamente las recomendaciones de las autoridades sanitarias y del Centro del Control y prevención de Enfermedades, cuyo vocero Robert refuta también a Trump, diciendo que lo peor de la pandemia está por venir ahora que llega el invierno.
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A De Santis y a Trump sectores políticos y de la gran prensa les acusan y hacen responsables directos del desastre de la pandemia por no haber implantado a tiempo las medidas anti-coronavirus como el distanciamiento social, cierre de aeropuertos, orden de cancelación de grandes eventos y de negocios de acuerdo con primer anuncio hecho por el Centro del Control y prevención de Enfermedades desde el mes de diciembre.
Ahora cuando vivimos en los días críticos de la pandemia de la covid-19 no puedo ser tan irresponsable como para jugar con la vida de los millones de residentes de la ciudad.
Baja número de infectados
Según las estimaciones del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, la ciudad de Miami ya comenzó a aplanar la curva de la covid-19. En términos de estadística el pasado miércoles 22 de abril fue un día muy positivo: se reportaron 849 casos menos que los contabilizados el lunes 20 y 650 menos que el domingo.
Sin, embargo, en todo el territorio de la Florida el número de infectados ha demandado un total de 4.288 hospitalizaciones mientras se confirma el fallecimiento de 893 personas.
Los expertos en salud desconfían de los reportes que se dan a conocer día tras día porque estos solamente reflejan las estadísticas de las pruebas practicadas en los laboratorios de los hospitales del Estado. Ellos argumentan que en los laboratorios privados se efectúa más del 90 por ciento de las pruebas.
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Señor alcalde, es urgente que se normalice la vida en Miami porque aquí todo va en picada.
El efecto económico
En el Estado de la Florida, la pandemia de coronavirus ha impactado en los dos últimos meses la economía y la vida de sus habitantes por ser este un estado que vive exclusivamente de turismo y de los negocios.
A Disney Word, en Orlando Florida, sus parques eran visitados anualmente por 50 millones de turistas. La mayoría de ese tráfico internacional pasaba por Miami para hacer compras, turismo y pasear en yates y cruceros.
En los días y noches de la temporada de verano gozaban de la gastronomía, la diversión y el entretenimiento de Miami Beach y del Gran Miami. El sawgrass Mills, el más famoso centro de tiendas de la Florida, segundo en su género en los Estados Unidos atendía en sus tiendas y almacenes 22 millones de personas año.
Una vez apareció el coronavirus sobrevino el cierre de negocios, lo mismo ocurrió en el sector hotelero y turístico. La famosa cantante Gloria Stefan propietaria de una cadena de restaurantes en Orlando y Miami anuncio recientemente el cierre de operaciones de su compañía con la consecuente despedida de centenares de empleados. “pido a Dios que esto pase pronto”, advirtió.
HERMOGENES NAGLES
Para EL TIEMPO
MIAMI