La lucha de los indígenas latinoamericanos contra el coronavirus

La pandemia del coronavirus profundizó las carencias de algunas comunidades indígenas para enfrentar el contagio. En Colombia, específicamente en el Amazonas, el virus ha ocasionado una de las peores tragedias de su historia, como lo retrata este diario en sus páginas.

Hasta la fecha, en Leticia, capital de este departamento, la covid-19 ha dejado más de 1.000 contagios. Sus dos centros médicos han reportado saturación y la falta de recursos para atender a todos los enfermos.

Sin embargo, las comunidades indígenas de Colombia no son las únicas afectadas por la pandemia. Un reciente reportaje de la agencia Efe cuenta que una situación similar enfrentan los indígenas mexicanos. 

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Allí, en el estado de Chiapas, alrededor del 27 por ciento de la población (cerca de 1,14 millones de habitantes) son indígenas, quienes tratan de blindarse y aislarse ante el inminente avance del contagio, ya que cuentan con centros médicos que solo atienden las dolencias básicas.

En Brasil, el país más afectado de la región, una organización independiente alertó por 38 comunidades que están en riesgo. Y en la región peruana de Puno, cuya frontera limita con Bolivia, tuvo que recurrir a sus danzas populares para crear conciencia sobre los peligros de contagio.

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El panorama real que viven comunidades a lo largo de Latinoamérica es la ausencia estatal en los enclaves en los cuales viven los indígenas. En la mayoría de los casos, hay pocos centros médicos o la única alternativa que tienen es recurrir a su sabiduría ancestral para tratar de enfrentar al nuevo coronavirus.

Es tan grave la situación en estas comunidades indígenas que la Organización Panamericana de la Salud alertó el martes sobre el impacto «desproporcionado» de la pandemia de covid-19 en indígenas y mujeres en las Américas, situándolos entre los grupos vulnerables que llamó a proteger para poner a la región «en camino a la recuperación».

«Estamos cada vez más preocupados por los pobres y otros grupos vulnerables con mayor riesgo de enfermedad y muerte por el virus», dijo la directora de la OPS, Carissa Etienne, destacando en particular a «los grupos indígenas que viven en la cuenca del Amazonas» y a «las mujeres en nuestra región».

A continuación, le presentamos un panorama de cómo están algunas comunidades a lo largo de toda la región.

Estamos respetando las instrucciones gubernamentales porque si nos llega a pegar esa enfermedad totalmente nos vamos a morir. 

Coronavirus en México

Comunidades indígenas en México afectadas por el coronavirus.

La lucha contra el coronavirus en las comunidades mexicanas

En las entrañas de las montañas del estado mexicano de Chiapas, pobladores indígenas toman las medidas necesarias para evitar que en su empobrecida región no azote con fuerza la pandemia de coronavirus.

Mientras que la pandemia avanza todavía sin control por el mundo, dejando miles de muertes a su paso, los pueblos indígenas mexicanos buscan evitar la propagación del covid-19 en sus territorios, y ponen en práctica estrategias propias y conocimientos ancestrales para enfrentar el coronavirus.

En los municipios de Chilon y Sitalá, que se rigen por un sistema de usos y costumbres propios, aún existen parajes y comunidades aisladas que cuentan con los mínimos servicios de salud.

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Estos municipios, habitados mayoritariamente por indígenas ch’ol-tzeltal, tienen escasas clínicas y solo atienden dolencias básicas. Y por ello, un brote de podría ser fatal, cuenta a Efe Sebastián Hurtado Núñez, integrante del gobierno comunitario de Sitalá, uno de los municipios más pobres de México.

«Estamos respetando las instrucciones gubernamentales porque si nos llega a pegar esa enfermedad totalmente nos vamos a morir. Porque no hay medicamentos en los hospitales, no tenemos doctores, no hay laboratorios», manifestó.

Es con una asustadora velocidad que el virus llega a los territorios indígenas de todo el país (sic).

Amazonas

El Amazonas es el territorio colombiano con mayor contagio de covid-19 por cada millón de habitantes.

Foto:

Tatiana Álvarez / AFP

En Brasil, 38 comunidades en riesgo

El nuevo coronavirus se ha propagado en 38 pueblos indígenas de Brasil, con 446 casos y 92 muertos, alertó en días pasados la Asociación de Pueblos Indígenas de Brasil (APIB), en base a un conteo propio.

«Es con una asustadora velocidad que el virus llega a los territorios indígenas de todo el país«, expresó la APIB en un comunicado. El balance subraya que la mayoría de los casos se registraron en la Amazonía brasileña, hogar para decenas de pueblos indígenas, muchos de ellos aislados o no contactados.

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El jueves pasado, indígenas del Parque de las Tribus, comunidad habitada por indígenas en la periferia de Manaos -la capital del estado de Amazonas-, despidieron a su mayor líder, el cacique Messias Kokama, quien falleció a los 53 años por covid-19. El velorio fue realizado con el féretro cerrado y envuelto en plástico.

Sin embargo, destaca que también hay registros de pacientes confirmados en el sur, en los estados de Santa Catarina y Rio Grande do Sul. Un conteo del Instituto Socioambiental (ISA) reseña que solo en áreas no urbanas hay 301 casos de indígenas contaminados y 19 muertos.

Indígenas del Amazonas

Indígenas brasileños de la comunidad Sahu-Ape, a 80 kilómetros de la capital del estado, Manaos.

Foto:

Ricardo Oliveira. AFP

Danzas para retratar el riesgo

La región peruana de Puno, fronteriza con Bolivia, recurrió a personajes de danzas populares aymaras para agitar las conciencias sobre el peligro de contagio del nuevo coronavirus en esa empobrecida zona altoandina del país donde la enfermedad se propaga velozmente.

Apelando a estos personajes, el viernes pasearon por las calles de Puno danzantes disfrazados de ‘kusillos’ o bufones en apoyo a la tarea de médicos y policías, para pedir a la población que mantenga la distancia física y use mascarillas cuando sale de sus viviendas.

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Los ‘kusillos’ representan a bufones en la cultura aymara y bailan provistos de una máscara de lana para ocultar su rostro. Son muy populares en las danzas folklóricas de la nación aymara, la etnia indígena que vive dispersa entre Bolivia y Perú.

Los ‘kusillos’ suelen narrar historias asociadas a lo bueno y lo malo que le puede ocurrir a uno, o a las consecuencias divinas y demoníacas que puede implicar seguir sus consejos o desistir de ellos. Los bufones recorrieron mercados de la ciudad para recordar la necesidad de evitar aglomeraciones y de cumplir la cuarentena en casa.

La campaña se produce cuando Puno se encuentra en la fase de contagio comunitario en esa ciudad de 130.000 habitantes. «Una vez más, exhortamos a la población a evitar salir de sus casas, a fin de evitar los contagios, principalmente a los mercados y los bancos, ya que son los principales focos de infección», advirtió el jefe del Comando Regional covid-19 de Puno, Roel Oré Quispe.

Según cifras oficiales, Puno registra 192 casos confirmados, una de las regiones menos afectadas por esta enfermedad respiratoria. La ciudad se ubica a 3.827 metros de altitud, a orillas del lago Titicaca, que Perú comparte con Bolivia. Perú registra más de 84.490 casos confirmados y 2.390 fallecidos.

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*CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS

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